Habitando en Su Palabra: Salmo 119Muestra

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Lectura: Salmo 119:25-32

Subraya en tu Biblia todas las veces que se hace referencia a la Palabra de Dios.

El salmista sigue mostrando su dolor y le pide al Señor que Su palabra lo vivifique. Pero estas Palabras no eran solo una oración, sino que eran también un compromiso de parte de él.

«Hazme entender el camino de Tus preceptos, y meditaré en Tus maravillas» (v. 27).

«He escogido el camino de la verdad; he puesto Tus ordenanzas delante de mí» (v. 30).

El autor tenía el compromiso de buscar al Señor con diligencia y disciplina. En el día uno aprendimos que para ser diligentes, necesitamos esforzarnos, solo así podremos hacer las cosas con cuidado. La base de la vida cristiana se encuentra en nuestra relación con el Señor. Por lo tanto, debemos cultivarla a diario, a través de la oración y la lectura bíblica, esforzándonos para dejar de lado toda interrupción y ruido. Los únicos beneficiados de este compromiso somos tú y yo, porque seremos afirmados en nuestro caminar.

¿Estás listo para hacer este compromiso? ¿Oras a diario? ¿Lees y meditas las Escrituras con regularidad?

La Palabra de Dios ha sido revelada para que conozcamos el carácter de Dios, entendamos el plan de Salvación y veamos a Cristo, nuestro Redentor y Salvador. Si no buscamos tener comunión con Dios a través de Su revelación, no encontraremos las hermosas promesas que hay para los que en Él creen.

Al leer estos versículos vemos que, en medio del dolor y la prueba, el salmista escogió a Dios (v. 30) y lo hizo colocando la Palabra de Dios delante de él. ¿Por qué? Porque él reconoció que son más poderosas las Palabras Dios, quien es Santo y Justo, que aquellas palabras que otros pudieran decir en su contra.

Es mi oración que a partir de este día, en toda circunstancia, pongas delante de ti, las Palabras de Dios para que te guíen y vivifiquen.