Hoy es fe, mañana testimonioMuestra

FE Y OBRAS CAMINAN DE LA MANO

La fe se demuestra a través de las obras. Quizá, muchos de ustedes fueron de esas personas que cuando eran niños le llevaban una manzana roja y grande a la maestra de la escuela. Personalmente, creo que no era porque te sobrara fruta en la casa o que tu corazón fuera tan dadivoso; sino para demostrarle que era importante para ti, o bien para que no te pusiera esa calificación reprobatoria que merecías. Esto quiere decir que, desde pequeños, nos damos cuenta que las acciones cuentan y que con cada una de ellas demuestras lo que está detrás. Por ejemplo, el amor se demuestra fácilmente con una acción; de la misma manera el odio y rencor siempre se manifiestan cuando hacemos algo. ¿En qué momento alguien te dijo que en el área de la fe sería distinto?

En el evangelio según Lucas, una mujer estaba enferma de flujo de sangre y aunque la ley reprimía y castigaba a las mujeres bajo esta condición obligándolas a mantenerse lejos de las personas, ella tomó la determinación de ir por lo suyo, ir tras su milagro, abriéndose camino entre la multitud que rodeaba a Jesús, y con la certeza y convicción de que al tocar la ropa de Jesús quedaría sana. Logró alcanzar la vestimenta del Maestro y quedó sana al instante.

Quiero que observes el premio que recibió esta mujer por su acción de fe, ya que todos nos enfocamos siempre en que su enfermedad desapareció. Sin embargo, la visión dimensional de Jesús lo hizo ir más allá al declararle: “hija, tu fe te ha salvado, ve en paz”. Lo diríamos de la siguiente manera: “viniste por sanidad pero, además te llevas la salvación”. ¡Wow!

Me preguntas tú, ¿qué propició todo esto? ¡Claro! Una acción de fe, porque la fe sin obras es muerta.