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Una vida de intimidad con DiosMuestra

Una vida de intimidad con Dios

DÍA 321 DE 365

Claves para una vida bendecida

“Los que dicen que viven en Dios deben vivir como Jesús vivió”, 1ª Juan 2:6 (NTV).

Debemos seguir el ejemplo de Jesús:

1. Jesús vivió alegrando a Dios. “Miren a mi elegido... Él me llena de alegría...”, Mateo 12:18 (TLA). Jesús deleitaba el corazón del Padre porque lo obedecía en todo: Yo siempre hago lo que a él le agrada, Juan 8:29 (TLA).Ninguna otra cosa le produce tanto bienestar a Dios como la obediencia de sus hijos. Y entonces, ¿por qué no lo obedecemos? ¡Porque no lo amamos! La obediencia es fruto del amor: El que me obedece... demuestra que me ama...”, Juan 14:21 (TLA). Para obedecer a Dios hay que amarlo y, para amarlo, tenemos que conocerlo. Y Dios solo puede ser conocido en el lugar secreto. ¡El secreto de una vida bendecida comienza en el lugar secreto!

2. Jesús vivió en comunión con Dios. “Cuando Cristo estuvo aquí en el mundo, oró mucho a Dios... Y como Cristo siempre fue obediente, Dios contestó su oración, Hebreos 5:7 (TLA). Nuestra obediencia alegra a Dios, pero también atrae su bendición. La obediencia nace del amor. El amor nace del conocimiento y el conocimiento surge de la intimidad. La clave para vivir bendecido es la comunión con Dios.

3. Jesús vivió ejercitándose en las disciplinas espirituales. A) Tenía retiros espirituales: “...Solía retirarse a lugares solitarios para orar”, Lucas 5:15-16 (BAD). B) Practicaba vigilias de oración: De madrugada... Jesús se levantó... para ir a orar...”, Marcos 1:35 (DHH). La combinación de las disciplinas espirituales libera poder para que nuestra vida produzca resultados asombrosos, Lucas 21:37-38.

Dios tiene un interés especial en estar con el objeto de su amor. La pregunta es: ¿correspondemos a ese interés? Dios nos invita a pasar tiempo con Él. Nuestro desinterés ofende a Dios. Nuestra indiferencia y rechazo constante lo entristece. Postergar o cancelar una cita constituye un verdadero desplante para Dios. No lo ignores. Por otra parte, no esperes que las condiciones sean perfectas en tu vida para responder a ese llamado. Es posible que mil problemas salgan a tu encuentro para arruinar esa cita. El diablo tratará de impedir el retiro, el ayuno, la vigilia o la oración. No esperes que sea fácil. Se necesita determinación. Cuando obedezcas tendrás el mejor encuentro de tu día y también la mejor bendición.

Acerca de este Plan

Una vida de intimidad con Dios

Cada día es una oportunidad para experimentar la presencia del Señor. Dios mismo es quien te extiende la dulce invitación para el encuentro santo: "Mi corazón te ha oído decir: «Ven y conversa conmigo». Y mi corazón responde: «Aquí vengo, SEÑOR»" (Salmo 27:8).

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Nos gustaría agradecer a José Luis Cinalli - Silvia López de Cinalli por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://iglesiadelaciudad.com.ar/