Rut: una historia del amor redentor de DiosMuestra

Las palabras de Rut a Noemí en Rut 1:16-17 se encuentran entre los versículos más destacados de toda la Escritura. Esta elegante expresión de amor y fidelidad se utiliza a menudo en las bodas. Pero Rut también estaba confesando su conversión al único Dios verdadero. Había llegado a conocer al Dios de Noemí como un Dios amoroso cuyo poder y gracia se extendían más allá de las fronteras de Israel. La decisión de Rut de seguir a Noemí y a su Dios resultaría en una vida mucho mejor de lo que ella podría haber imaginado.

Vale la pena analizar cada frase de la declaración de Rut.

-“Iré adonde tú vayas” – al decir esto, Rut le dijo a Noemí que nunca la dejaría. Rut demostró devoción piadosa a Noemí. Ella la seguiría a dondequiera que fueran. Rut se sentía más cercana a Noemí que a su propio pueblo. Su compromiso fue una asociación de por vida.

-“Viviré donde tú vivas” es una extensión de “iré adonde tú vayas”, esta declaración muestra el amor de Rut por Noemí en un nivel más profundo. No importaba si Noemí vivía en los barrios bajos o en una mansión, Ruth se quedaría con ella; le dijo a Noemí: “Viviré donde tú vivas”. Rut expresó su intención de convertirse en una verdadera hija de Noemí. ¡Qué hermosa declaración de amor es esta!

-“Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios” – con esta confesión, Rut profesó su nueva fe. Rut usó el lenguaje del pacto de Dios, como se muestra en Éxodo 6:7 y Zacarías 8:8. Rut citó las promesas del pacto de Dios a Dios. Amaba a Noemí y al Dios de Noemí con amor piadoso. Rut ofrece un gran ejemplo de algo que debemos hacer en oración: citar las promesas que Dios le hizo. No porque Dios necesite que le recordemos a Él sus propias promesas. No las olvida. Él quiere que repitamos sus promesas porque nosotros las olvidamos. El compromiso de Rut con Dios fue el fundamento de su dedicación a Noemí.

-“Moriré donde tú mueras y allí seré sepultada”. En el antiguo Cercano Oriente, el lugar donde eras enterrado indicaba a qué dios adorabas. Rut subrayó su fe en el único Dios verdadero al decir que sería enterrada en Israel. Ni siquiera la muerte separaría a Rut de Noemí.

Al acompañar a Noemí a Belén, Rut se entregó a vivir la vida de una viuda pobre. Sin embargo, como parte de su amor inquebrantable, Dios cuida de las viudas. Rut creía esto. Ella no sólo tenía fe en Dios; estaba dedicada a Él con abnegación. En Mateo 19:29, Jesús declaró que cualquiera que hubiera dejado su familia o su hogar para seguirlo recibiría cien veces más, y recibiría la vida eterna. Rut aún no podía ver estas bendiciones que Dios había prometido, pero estaba dispuesta a dar un paso adelante con una fe que cambiaría su vida.

¿Y tú? ¿Cuán sólida es tu fe en las promesas de Dios? ¿Qué estás dispuesto a sacrificar por Él?