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[Descubre los tesoros del Salmo 23] Mi copa rebosa

DÍA 1 DE 3

Preparas una mesa

En los últimos cuatro versículos del Salmo 23, David ha alabado los cuidados de su Gran Pastor. Ha compartido que el Pastor le completa y le da paz, justicia y compañía. Ahora, David continúa su alabanza.

Al Señor le encanta dejar todo preparado, y David da crédito al Señor por la preparación que ve ante él. Dios preparó este mundo para la creación de los seres humanos en Génesis 1. Preparó este mundo para que Él estuviera presente, y nos preparó a nosotros para que Él estuviera en nosotros mediante la obra de Jesucristo en la cruz. Dios está en todo lo que nos rodea.

Dios también preparó buenas obras para que anduviéramos en ellas, las obras a través de las cuales le servimos y le adoramos. ¿Cuáles son esas buenas obras que ha preparado? Una palabra amable a alguien que la necesita, un vaso de agua dado a alguien que tiene sed, hacer tu trabajo, amar a tu cónyuge y a tus hijos. Estas buenas obras expanden la presencia del reino de Dios aquí en la Tierra, por muy mundanas que parezcan.

Algunos eruditos dicen que preparar la mesa es comparable a la forma en que un pastor va delante de las ovejas a las tierras altas. Allí es donde se encuentran los mejores pastos y agua, así como abundancia de enemigos. El pastor va primero a preparar la mesa, la meseta, para que las ovejas vengan después y disfruten del festín. Se ocupa de los depredadores y las plantas venenosas que puedan dañar a sus ovejas.

Existe una hermosa conexión entre lo que un pastor hace por sus ovejas y lo que Jesús hizo por nosotros. Jesús ha ido delante de nosotros, asumiendo todas nuestras tentaciones y todas nuestras enfermedades. Jesús venció a nuestros mayores enemigos, el pecado y la muerte, en la cruz. ¡Nos preparó un banquete! Se adelantó a nosotros, se ocupó de nuestros enemigos y puso en nosotros la morada del Espíritu Santo para que nunca estuviéramos solos. Su sangre y su cuerpo roto son la mesa preparada ante nosotros. La increíble cantidad de amor que Jesús siente por nosotros hizo que estuviera dispuesto a soportar todo el sufrimiento de la cruz para que pudiéramos estar con Él por toda la eternidad.

Reflexiona sobre el precio que pagó Jesús al preparar una mesa ante ti. ¿Reconoces su sacrificio cada día? ¿Reconoces su presencia? ¿Reconoces la mesa preparada para ti? Si es así, ¿cómo le respondes?

Día 2

Acerca de este Plan

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Un agradecimiento especial al Dr. Mark Rae, del Centro Grace para el Desarrollo Espiritual (GCSD), parte de la Escuela de Teología Grace, en colaboración con El Centro Network, por brindarnos este plan devocional. Para más información visite: https://www.gsot.edu/center/ y http://www.elcentronetwork.com.

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