Siete Días De EsperanzaMuestra

Muchas veces nos sentimos agobiados por la diversidad de problemas en la que nos encontramos, y por ello el Señor nos enseña a llevar nuestras cargas delante de Él.

Algunos creyentes ignoran que Dios puede auxiliarnos en medio de nuestra aflicción y viven llenos de temor y amargura. En el peor de los casos, muchos creyentes no disfrutan su comunión con el Señor, la perciben como una obligación fría y sin sentido. Por lo que, si estás cargado de situaciones difíciles, recuerda que hay Uno que está dispuesto a llevar tu carga.

Cuando surjan preocupaciones y ansiedades en nuestro corazón, vayamos al Señor. No hay nada, por grande o pequeño que sea que te preocupe, que no conozca también tu Salvador (Isaías 63:9), y Él nos enseña a depositar todo en Él. Habrá muchos que nos ofrecerán respuesta y descanso, sin embargo, ninguno se compara a nuestro Dios.

Cuando depositamos nuestros problemas en Dios, entonces verdaderamente podemos descansar.

"Señor, aumenta la fe en mi pobre y cargado corazón, para que pueda venir a Jesús y disfrutar su reposo en mi alma" (James Smith).