EL FRUTO DE LA ESPERA ES DULCE

La Palabra está llena de promesas para quienes le han creído a Dios y se lo demuestran esperando. Cuando decimos que le creemos a Él, las palabras no son suficientes. Hay que demostrarlo esperando en Él, en el tiempo de cumplimiento. Por años vi a mi mamá orando por la salvación de mi papá. Recuerdo que desde muy pequeña lo entendí y me uní a esa oración junto a ella. Los años pasaron largamente pero el día llegó, mi padre le entregó su corazón a Jesucristo. Pasaron más de veinte años, pero el milagro ocurrió.

4 promesas para quienes esperan en Dios según Isaías 40:31

Primero, te promete nuevas fuerzas. Dios promete sostenerte en medio de tu espera. La larga espera puede intentar debilitarte, pero Él renovará tus fuerzas para que continúes esperando. Segundo, tú podrás levantar alas como las águilas. Aunque parezca que estás en desventaja, realmente serás elevado y volarás sobre las circunstancias. Hay alturas preparadas para ti. Un nuevo nivel de fe y milagros. No estás en desventaja sino que la espera ha formado algo valioso dentro de ti por largo tiempo, y aunque pareciera que estás en el anonimato, realmente has estado bajo el cuidado y formación del Señor. Tercero, correrás y no te cansarás. La Palabra no se refiere a correr literalmente sino que en el plano espiritual hay carreras que solo los que esperan estarán capacitados para correrlas sin cansarse. El que espera desarrolla resistencia. Un corazón más fuerte, que no se hiere fácilmente porque conoce en quién reposa. Cuarto, caminarás y no te fatigarás. Diariamente caminamos, nuestra vida se dirige a algún lugar. No necesariamente estamos caminando dentro del propósito mas cuando esperamos no nos fatigaremos porque estaremos dentro del propósito de Dios para nuestras vidas.

¡Persevera en la espera y tu mayor recompensa no será solamente obtener lo que esperabas sino, conquistar un carácter refinado y agradable al Señor!

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