PROBADOS EN LA ESPERA

La clave está en esperar.

Vi que debía escoger entre dos opciones. Lo primero que vi fueron muchas perlas rosadas (perlas de cultivo) muy hermosas y llamativas, pero de momento todo se tornaba muy oscuro. Emocionada pensé que era el camino que debía tomar porque era muy hermoso, mas una voz del cielo me detuvo y me dijo: “Ese no es tu camino. Parece hermoso pero mira cómo acaba". Inmediatamente pude ver la parte oscura y entendí lo que la voz quiso decirme, ese camino me llevaría a la muerte, se podría perder mi alma. Entendí que debía esperar por el camino correcto. Aunque en el momento no tenía lo que deseaba, luego lo obtendría si esperaba. Entonces desperté.

¿Por qué exactamente nos desesperamos?

Humanamente queremos recibir las cosas de forma inmediata. Este apuro nos hace creer que lo que tenemos de frente es lo mejor y que no habrá nada mejor que eso. El tema de la espera me conmueve en lo personal porque ha sido el camino que Dios escogió muchas veces para formar mi carácter. Y no hablo de esperar en la larga fila del supermercado, mas bien hablo de años de espera para recibir eso que Dios prometió. Si has sido probado en la espera, alégrate porque serás muy bendecido.

Todo lo valioso y hermoso toma tiempo.

Una mujer espera aproximadamente cuarenta semanas para abrazar a su bebé. Recoger una cosecha puede tardar meses e incluso más de un año. El Esposo (Jesús) lleva más de dos mil años preparando a Su novia (la Iglesia), limpiándonos y refinándonos para el encuentro con Él.

La espera es totalmente necesaria y el fruto de esperar es dulce. Escoger lo inmediato en vez de esperar puede guiarnos a la destrucción. Hoy Dios pone dos caminos delante de ti y desea mostrarte cuál de ellos seguir. Dios conoce que estás esperando por el amor de tu vida, por un mejor empleo, por una promoción, por la salvación de ese familiar tan amado o por ver el fruto en tu ministerio. Eres probado mientras esperas y Dios utiliza cada uno de esos momentos para probar tu fidelidad.