Corazón de BarroMuestra

Spoiler: Va a doler

Una vez en la escuela iba caminando junto con mis amigos y en una zona de la explanada hay un pequeño desnivel. Yo ya lo conozco bien, pero no sé qué pasó ese día que me salté un escalón y al caerme al piso me di cuenta que me había lastimado el tobillo. La verdad nunca fui al doctor, pero estamos casi seguros de que fue un esguince. Y no les miento cuando les digo que ha sido uno de los dolores más intensos que he sentido físicamente; no me imagino cuánto ha de doler romperse un hueso o varios.

De esa misma manera, al nosotros venir a los pies de Cristo con un corazón duro de cerámica y pedirle que nos rompa, podemos estar seguros de que será un proceso que va a doler. Y siéndote honesta, no tengo la respuesta en cuál va a ser el proceso con el que busque rompernos; puede ser una conversación con alguien que estabas evitando, una confrontación directa por parte de tus líderes, incluso algo tan sencillo como una canción que hable a tu vida. Tenemos un Dios creativo que es capaz de utilizar a cualquiera o cualquier cosa para llevar a cabo Sus planes para con nosotros.

En el día anterior hablábamos de que el primer paso para un corazón blando es la disposición genuina. Si tú no estás dispuesto a ser roto y moldeado, Dios no lo hará. Y el problema de muchos es que empiezan con esa disposición y entran al proceso de ruptura, pero al darse cuenta de cuánto puede llegar a doler, retroceden y regresan al corazón duro. Para eso es necesario permanecer firmes en Cristo, saber que no hay prueba que no sea humanamente soportable y que Él no nos abandona en ningún momento.