El mejor líder, el mejor seguidorMuestra

Día #3: ¡El suyo es Mejor!

“Pues yo sé los planes que tengo para ustedes—dice el Señor—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza” (Jeremías 29:11).

¿Tienes planes para hoy? ¿Tienes planes para 5 años o quizás hasta 10 años?

Planificar es un verbo que consiste básicamente en trazar un plan para llevar a cabo una acción o una ejecución.

Estamos a penas empezando un nuevo día… y todavía estás a tiempo de pensar y planificar qué te gustaría lograr o cumplir hoy, pero también durante este próximo mes o año.

Muchas veces vivimos la vida en el hoy, solo “viviendo el momento”, como dicen por ahí. La realidad es que quien no planifica nunca logrará alcanzar mayores cosas.

Desde el principio, nuestro Dios creó TODAS las cosas de manera planificada, y eso lo vemos en que todo tuvo un orden Perfecto.

Cuando decidimos planificar nuestras temporadas en la vida, decidimos traer orden.

Ahora bien, aunque definitivamente es importante planificar, es necesario, es indispensable y es vital hacerlo alineados a la voluntad de Dios para nosotros.

Piensa en esos talentos, destrezas, sabiduría, experiencias que Dios te dio. Ahora, piensa cuál es tu plan para usarlos; ese plan, ¿va de acuerdo a la Palabra de Dios? ¿Se agrada Dios de tu plan?

Seguramente, como ya leíste, Dios Padre Sííí ya tiene un plan para tu vida. Es un plan con una garantía de satisfacción, de bienestar y de éxito. ¡Solo tienes que accesarlo y poner manos a la obra!

Dios sabe cuál es Su plan para con tu vida. La pregunta es: ¿lo conoces tú?

Te animo a que uses este tiempo para hacerle a Él todas tus preguntas, tus inquietudes, todo lo que tienes en la mente.

Te recuerdo que Su plan para ti es de BIEN. No te permitas pensar lo contrario. No te permitas pensar que tu manera es la mejor. Mi secreto siempre ha sido ser diligente y planificarme, tomar pasos dirigidos a ese plan y creer que, en la marcha, Dios se encargará de modificarlo conforme a Su voluntad.

Nosotros solo debemos fluir en Él.

Sé intencional, demuéstrale a Dios tu diligencia, planifícate, pero siempre sé flexible para dar espacio al plan de Dios. Recuerda: ¡El suyo es MEJOR!