No me avergüenzo del EvangelioMuestra

Las buenas nuevas

El Evangelio es la buena noticia de Dios acerca de la liberación de las malas noticias. Las buenas nuevas de Dios son el cómo Dios ha elegido salvar a los pecadores del reino de la muerte.

También es el bien prometido (Romanos 1:2). La buena noticia encuentra su llegada en la aparición de Cristo. Los profetas hablaron de su venida al mundo mucho antes de que sucediera, por lo que la promesa del Salvador fue dada a la humanidad antes de que Él llegara.

El Evangelio es también la buena noticia bíblica (Romanos 1:2–3). ¿Dónde estaba esta promesa? En las Sagradas Escrituras. Uno puede predicar a Cristo del Antiguo Testamento porque Dios dio las buenas nuevas a través de los profetas antes de que Jesús llegara a la Tierra.

Las buenas nuevas de Cristo, el Hijo de Dios (Romanos 1:3-4). El Evangelio nos informa de la deidad de Jesús y su encarnación, su humanidad. Uno que descendió de David según la carne. Su divinidad es probada y declarada a través de su vida, muerte, sepultura y resurrección, finalmente su triunfo (Romanos 1:4). Todo lo que fue anunciado concerniente a Cristo por otros, y Cristo mismo, fue probado cuando Él fue resucitado de entre los muertos corporalmente por el poder de Dios.

Las buenas nuevas de su señorío (Romanos 1:4), el único Salvador dado a la humanidad, Él ascendió al Cielo y viene de nuevo.

El Evangelio es cómo se está cumpliendo el eterno propósito salvador de Dios (Romanos 1:5). Al declarar el Evangelio, Dios está llevando a cabo la obediencia de la fe.

¿Cómo obedeces el Evangelio? Escuchas mientras se predica el Evangelio y te apartas de tus pecados. Pones tu fe en el Salvador que se te está predicando. Su nombre es honrado dondequiera que sea recibido entre las naciones. Pablo puede decirle a la iglesia en Roma,«ustedes están incluidos entre los gentiles que fueron llamados a pertenecer a Jesucristo», lo que manifiesta el llamado de Dios (Romanos 1: 6-7).

La obediencia es una cuestión de gracia porque Dios concede obediencia. Lo que Él ordena a la predicación del Evangelio Él realiza, mientras Él obra la regeneración en los corazones de hombres y mujeres, concede arrepentimiento y fe, los ojos y los corazones son abiertos, Dios concede el nuevo nacimiento y es solo cuando eso sucede que los hombres se vuelven de sus pecados y confían en Jesús.