Cómo superar la depresiónMuestra

Hábitos y sanidad

A los ocho años, sufría ansiedad, depresión, pensamientos suicidas y trastorno obsesivo-compulsivo. La vida me parecía insoportable. Luchaba con emociones abrumadoras, miedo y confusión. Estos problemas me atormentaron durante toda mi adolescencia y me sentía solo.

Con el tiempo, Dios me condujo por un camino de sanidad y libertad. Los pensamientos y sentimientos de desesperanza y falta de valor ya no se desencadenaban tanto. Se desarrollaron nuevas vías neurológicas en mi cerebro, que me condujeron a una mayor libertad.

Dios también me dio una pasión por la confluencia de la teología, la psicología y la neurociencia. Este camino me llevó a fundar Resolution Movement, un ministerio para ayudar a otras personas que luchan con problemas similares a los míos. Gran parte de la libertad y de la sanidad que experimenté comenzó con la comprensión de que mis luchas no eran aleatorias. Al contrario, eran señales a las que había que responder. Eran señales de heridas más profundas sin resolver y de necesidades insatisfechas.

¿De qué es señal la depresión en tu vida? ¿Se debe a algún tipo de pérdida o a las dificultades a las que te has enfrentado en la vida? ¿Sientes que vas a fracasar, que eres inadecuado, que no agradas o que no te quieren? En última instancia, ¿tienes pensamientos o sentimientos de desesperanza o de no valer nada? Puede ser difícil saber qué hacer con estas cosas, sobre todo cuando estás deprimido.

Las decisiones diarias marcan la dirección y determinan tu destino. Desarrollan nuevas vías en tu cerebro, disminuyendo con el tiempo la depresión. Los siguientes hábitos diarios te ayudarán a sanar y a crecer en tu bienestar espiritual, emocional y mental:

· Sigue preguntándote para comprender qué te lleva a la depresión. ¿Qué heridas y necesidades insatisfechas del pasado o del presente pueden desencadenarla? ¿Qué cosas concretas provocan pensamientos y sentimientos de desesperanza o falta de valor?

· Conéctate de forma significativa con Dios y con los demás. Procesa las emociones, los miedos y los sentimientos incómodos. Habla de tus preocupaciones, sueños y de lo que Dios está haciendo en tu vida.

· Reduce el uso de la tecnología. No hay nada malo en las redes sociales, los videojuegos o en los vídeos en línea, pero pueden llevar a la desconexión, la comparación y a hacer frente a las cosas de forma poco saludable, en lugar de procesar la vida de forma sana.

· Lee la Biblia y experimenta la presencia de Dios.

He sido testigo de cómo Dios utilizaba estos hábitos para traer sanidad, libertad y salud a miles de personas. Además, a menudo Dios también utiliza ayuda profesional y medicación para traer sanidad y libertad.

Dios se preocupa profundamente por ti. Quiere darte paz y esperanza mientras recibes la ayuda y el apoyo que necesitas.

Jesús, necesito sanidad y plenitud. Ayúdame a establecer hábitos saludables en mi vida. Dame el valor para buscar apoyo en los demás. Gracias por cuidar de mí. Amén.

Para obtener más ayuda, recursos y oraciones, visita: resolutionmovement.org