Cómo superar la depresiónMuestra

¿Qué es la depresión?

La depresión es un sentimiento constante de tristeza leve hasta intensa, a menudo acompañado de falta de interés por las actividades cotidianas. Para algunos, la depresión se manifiesta como pérdida de energía o apetito, o como sentimientos de apatía o agobio. Para otros, puede manifestarse como un sentimiento de total inutilidad, desesperanza o ganas de morir.

En mi vida, la depresión ha aparecido durante años. Ha mejorado e incluso a veces desaparece por completo. Sin embargo, sigue apareciendo cuando me siento desesperanzado ante situaciones de mi vida. Puede aparecer al sentirme triste por lo que soy, por mis capacidades y por mi rendimiento en el trabajo.

Si estás luchando contra la depresión, debes saber que no eres el único. Un tercio de los estadounidenses manifiestan síntomas de depresión. Entre los jóvenes, concretamente el 70% de los adolescentes, dicen que la ansiedad y la depresión son problemas importantes entre sus compañeros.

La depresión puede ser algo de lo que no nos gusta hablar como cristianos. Sin embargo, Dios no quiere que huyamos de estos temas ni dejemos de pedir ayuda. Estoy muy agradecido de que Dios se preocupe y comprenda nuestras luchas en la vida. Se preocupa tanto que guió intencionadamente a los autores de la Biblia para que escribieran sobre la depresión hace miles de años.

Luchar contra la depresión no significa que nos falte fe en Jesús o que tengamos algo malo. De hecho, algunas de las personas más piadosas de la Biblia parecían lidiar con la depresión. El profeta Jeremías se enfrentó a la depresión. En Jeremías 15:10 escribió: «¡Qué miserable soy! ¿Por qué me parió mi madre?». Job se preguntó casi lo mismo tras perder la salud, la riqueza y a toda su familia. Dijo: «¿Por qué no morí al nacer?» y «Ahora mi vida se escurre. La depresión atormenta mis días» (Job 3:11, 30:16).

A Dios le importa cómo te sientes. ¿Sabías que Él lleva la cuenta de cada una de tus lágrimas? Si estás luchando hoy, debes saber que ser sincero sobre tus sentimientos es el primer paso hacia adelante. Las cosas pueden mejorar. Jesús quiere que experimentes esperanza y sanidad.

Jesús, tú conoces las luchas y las penas a las que me enfrento cada día. ¡Ayúdame!