Victoria a través de la DebilidadMuestra

Una Victoria Segura

La mayoría de las personas evitarían el sufrimiento si tuvieran opción. La salud y el bienestar se consideran necesidades para una buena vida. De esta mentalidad surge el cliché a menudo usado, “Bueno, al menos tienes tu salud.” Este sentimiento bien intencionado a menudo tiene la intención de alentar a aquellos que han sufrido una pérdida significativa de riqueza material. ¿Pero hay alguna esperanza o aliento para aquellos con deterioro de la salud o discapacidades físicas? ¡Sí! Hay alguien a quien puedes recurrir—Jesucristo, que voluntariamente tomó tu debilidad y tus dolores para que tu victoria estuviera segura.

El profeta Isaías pinta una imagen del Siervo Sufriente. Isaías describe a un hombre que eligió soportar tus aflicciones en la cruz—que deliberadamente compartió en tu debilidades y enfermedades, que tomo un aspecto poco atractivo y fue despreciado por los hombres. Este hombre dio la bienvenida al dolor y se familiarizó con el dolor más profundo que te puedas imaginar. Y lo hizo por tu bien.

¿Qué podría obligar a alguien a cambiar voluntariamente una posición de autoridad suprema y poder por una vida de tristeza y debilidad? La respuesta es amor. El amor de Dios lo llevó a dar a su Hijo, Jesucristo, como una ofrenda por el pecado. Fue el amor de Dios lo que llevó a Jesús desde su posición celestial a su humilde estado en la tierra. El amor de Dios se manifiesta a través de Jesucristo, el Siervo Sufriente.

Esto fue parte del “buen plan” de Dios (Isaías 53:10) para darte la bienvenida a Su familia. El sufrimiento del hijo único de Dios se llama bueno por el bien de Dios y el tuyo.

Cualquiera que sean las luchas que enfrentas hoy, sabe que no está solo. Jesús, en amor, se puso donde estás. Fue rechazado y despreciado. Fue considerado poco atractivo y soportó la opresión. Nunca tuvo hijos e incluso fue rechazado por miembros de su propia familia. Sin embargo, Dios redimió el sufrimiento de su Hijo, y él redimirá el tuyo. Vuélvete a Jesús hoy, el que asegura que tu victoria sea segura.