Freedom (Libertad)Muestra

ATAQUE DE PÁNICO.

¿Has sufrido alguna vez un ataque de pánico? Yo lo he vivido, y te aseguro que es una de las sensaciones más desesperantes que alguien pudiera vivir. En el momento mismo de una crisis sufres angustia, dificultad para respirar, sudoración en las manos, taquicardia y la sensación de una muerte inminente. Si bien un ataque de pánico no pone en riesgo tu vida, imagínate lo que sería vivir en un estado permanente de alerta al saber que tu vida corre peligro de muerte sintiéndote esclavo de este temor. Ese era el sufrimiento de los cristianos a quiénes escribe el autor de Hebreos. Él les asegura que Cristo es superior a los antiguos profetas de Israel, a los ángeles o personajes tan icónicos como Abraham, Moisés o Aarón. Todas figuras importantes de la antigua religión que profesaban estos cristianos perseguidos. Pero que, por relevantes que fueran en la historia de su pueblo, tenían una debilidad: ninguno de ellos fue tan humanamente empático y compasivo con las necesidades de los hombres como sí lo fue Jesucristo.

Es posible que estés viviendo con miedos o temores que si bien sabes que son irracionales, te paralizan haciéndote esclavo de los mismos. Quizás sufres miedo al rechazo, miedo al abandono, miedo a la soledad, miedo a no ser amado, miedo a fracasar, miedo a repetir errores del pasado, miedo a crecer o aún a lo que pudiera ocurrir después de la misma muerte. Tengo una buena noticia para ti: Jesucristo venció la muerte con poder y está a la diestra del trono de Dios intercediendo como Sumo Sacerdote por ti y por mí. Puesto que Jesús vivió como uno de nosotros aunque sin pecado, Él sabe lo que estás viviendo, Él conoce cada uno de tus miedos y temores y puede hacerte libre hoy. Jesús murió en la cruz y resucitó con poder. Por lo tanto la muerte, la raíz de todos los temores, no tiene autoridad sobre ti, no pueden intimidarte ni controlar tus pensamientos. No aprendas a convivir con tus miedos, ¡sé libre de ellos en el nombre de Jesús!

Reflexiona y ora:

¿Cuáles son tus miedos o temores más profundos que te impiden vivir en libertad? Identifícalos, anótalos y luego renuncia a ellos orando en el nombre de Jesús y reclamando libertad espiritual sobre tu vida.