Jesús NacióMuestra

Jesús nació para ser esperanza

Durante treinta y tres años Jesús caminó físicamente en esta tierra, haciéndose parte de la humanidad para ser embajador directo del reino de los cielos y así reflejar esa realidad que hasta entonces era lejana y distante. Él vino a romper el velo que nos separaba de Dios ofreciéndose como el sacrificio perfecto, puro y sin mancha que actuaría de puente en nuestra relación con el Padre. Se hizo hombre, siendo expuesto a todas las tentaciones y sufrimientos que padecemos en esta tierra. Dejó Su trono y Sus privilegios de realeza celestial para mostrarnos con Su ejemplo cómo debemos vivir. Él nos comprende.

Jesús fue tentado, perseguido, criticado, rechazado y avergonzado con la muerte más dolorosa y humillante de aquel entonces. Fue crucificado junto a criminales, cuando Él era inocente y santo, injustamente condenado. Pero tomó la decisión de obedecer a Dios Padre y ser el medio por el cual las personas de este mundo tengan el acceso a la salvación. La sangre que derramó en el madero de la cruz nos limpió de los pecados y nos mostró nuestro destino de gloria: la vida eterna.

Jesús nació para traer esperanza, para ser la esperanza. Rompió todos los esquemas de las leyes naturales con Su resurrección al tercer día de Su muerte. Existieron muchos profetas o líderes espirituales que trajeron al mundo un mensaje de esperanza a través de la ayuda social y mensajes ricos en sabiduría. Pero ninguno pudo traer salvación. Ninguno resucitó de la muerte como Jesús.

En esta Navidad no solo recordemos que Jesús nació en un pesebre sino que reflexionemos en el para qué Jesús nació. Tomemos un momento para repasar y pensar en todo lo que hizo en las historias de la Biblia y en todo lo que continúa haciendo en cada una de nuestras vidas. Cristo en nosotros es esperanza de gloria. La presencia del Espíritu Santo nos recuerda que un día veremos a Jesús regresar buscando a los suyos y esa es nuestra verdadera esperanza, prepararnos para el Gran Día.

Gracias Jesús por venir a ser la luz que este mundo necesitaba. Gracias Jesús por traernos salvación. Gracias Jesús porque te veremos volver.