Más Que OrarMuestra

Selah

Jesús nos enseña muchísimo en esta oración.

1. Oramos a un Padre íntimo.
2. Oramos a solas y de manera íntima.
3. Oramos y pedimos no otra cosa, sino primero que Su nombre sea santificado. Dios está comprometido con la gloria de Su nombre.
4. Oramos para que el cielo baje a la tierra, para que se haga en la tierra como es en el cielo.
5. Oramos también leyendo la Palabra de Dios, pues a través de ella (cuando hacemos silencio), Dios nos habla claramente al corazón.

Puedes hacer muchas cosas buenas, con creatividad, y llevar adelante un ministerio tremendo con ideas impresionantes, pero si tú no tienes vida de oración, posiblemente no estés santificando el nombre de Dios, posiblemente estés haciendo cosas que Él nunca te pidió y posiblemente estés llevando adelante un ministerio en tu fuerza.

Para que se haga en la tierra como en el cielo, alguien debe pedirlo otra vez. Para que se haga en la tierra como en el cielo debemos sacar tiempo para escucharlo otra vez.

La palabra Selah aparece en los Salmos en reiteradas ocasiones. Tiene muchos significados pero los que más me atrapan son los siguientes:

1. El Eterno tiene que hablar.

2. Pausa para meditar.

3. Vuelve a leer desde el principio.

4. Descanso.

Regálate un Selah en este día. Un día dedicado a escuchar la voz de Dios pues Él quiere hablarte. Un día para hacer una pausa en medio de tanto ajetreo, solo para escucharlo una vez más al Maestro que tiene tanto para enseñarte. Un día para volver al principio, a la esencia donde todo comenzó y donde la sencillez de tu oración expresaba la humillación ante Dios de todo corazón. Un día para descansar en Él.

Ora conmigo:
"Señor Jesucristo, mi corazón y mis oídos están listos para escucharte y ser redirigidos. Perdóname si no he sacado tiempo para estar a solas Contigo. Hoy me humillo delante de Tu presencia para que me renueves, y hagas de mí aquello para lo que me diseñaste. Hoy me regalo el privilegio de pasar tiempo de calidad contigo".