La Vida Es Un RatitoMuestra

REORDENA PRIORIDADES

¿Te has sentido últimamente como un bombero apaga fuegos pero sin vocación? Bien, veámoslo así, a todos nos ocurre que pasamos días, semanas, meses y hasta años, ocupados en cosas que creemos son importantes pero que en realidad son urgentes. La confusión viene por el hecho de que cuando uno se encuentra encerrado en el día a día, sólo puede ver los árboles al frente y no el bosque completo.

A veces, algo que hacemos puede parecer sumamente importante, sin embargo, luego de algún tiempo será simplemente una actividad más para el olvido. Normalmente las cosas urgentes son los distractores más efectivos que existen y nos pueden desviar la concentración de las actividades verdaderamente importantes y hasta sacarnos del rumbo de un proyecto o tarea vital.

Lo urgente requiere casi siempre nuestra atención inmediata, nos presiona todo el tiempo. Dichas tareas suelen ser muy frecuentes y casi nunca tienen verdadera importancia. En ocasiones, incluso, van enfocadas en complacer a otros, el quedar bien con nuestro jefe, aparentar ser inquebrantables para no dar de que hablar, mantener una apariencia impecable no para sentirte bien contigo mismo sino para que otros te vean bien, entre otras razones.

Las personas que viven en lo urgente son personas que viven en los problemas, son administradores de la crisis, lo que les consume y agota la energía.

Lo importante, por el contrario, aporta a nuestra misión de vida, produce resultados tangibles y se encuentra acorde con nuestras metas y objetivos de vida. Algo verdaderamente importante es el disfrutar tiempo junto a tus seres queridos y si eres madre o padre de niños pequeños, no desaproveches esos tiempos de risas y travesuras con tus hijos que no volverán a ocurrir porque la vida es un ratito y ya pronto no dependerán de ti.

Importante es poder detallar la naturaleza en un hermoso paseo y encontrarte contigo mismo, importante es tomarse unos minutos al día y tener esas conversaciones incómodas pero necesarias con tu pareja y saber que es aquello que le está produciendo insatisfacción, o mejor aún, tomarse el tiempo para decirle porque le amas y las razones por las que estás a su lado.

Para vivir plenamente es necesario reordenar nuestras prioridades, controlar nuestro tiempo e identificar en qué y cómo lo gastamos/invertimos.

Elegir enfocarse en aquellas cosas que tendrán trascendencia según la óptica de Dios y no la del ojo humano, será todo un reto día a día, pero de seguro será muchísimo más satisfactorio al final de tu vida y la de los tuyos.

Habrán actividades importantes y urgentes, actividades importantes pero no urgentes, actividades urgentes pero no importantes y también actividades ni urgentes ni importantes, así que redirecciona tu vida y desecha esas cosas que están restando tiempo y no aportan ningún beneficio a tu vida.

La forma en cómo manejes dichas actividades hará la diferencia en cuánto disfrutas de la vida y cuánto estás construyendo para el futuro.