La Biblia en un AñoMuestra

Reflexión: CANTAMOS PARA DIOS

:El que canta canciones al corazón afligido; es como el que quita la ropa en tiempo de frío, o el que sobre el jabón echa vinagre" (Proverbios 25:20).

Se dice que la música es el alimento para el alma. Realmente toda música tiene una influencia en nuestras vidas. Para bien o para mal. Recuerda, por ejemplo, la historia bíblica en la que Saúl estaba atormentado por demonios y lo único que le traía paz y desataba libertad era la adoración a través del arpa del salmista David. Como hijos de Dios debemos entender el poder que se desata a tal punto que puede afectar nuestra vida a nivel emocional y espiritual. La canción que decidas cantar puede ahuyentar la tristeza o afligir más tu corazón.

He escuchado a muchas personas decir, por ejemplo: “estoy bajoneado, voy a escuchar un tango”. ¿Sabías que hay música que ayuda a los adolescentes a sentirse más desinhibidos? Hay música que ayuda a relajarse otras inducen al suicidio o al consumo de drogas; otras, dicen los especialistas, estimulan el cerebro favoreciendo así el aprendizaje. Es decir que la música desata algo en aquel que la escucha.

Desafío: Queremos darte un desafío, que toda canción que decidas escuchar a partir de hoy, o aquella que salga de tu boca, adore a Dios. Algunos creen que este concepto es algo extremista, pero sabemos que cuando adoramos a Dios, siempre desataremos bendición. ¿Cuándo fue la última vez que cantaste con tus manos levantadas y con la mirada puesta en Jesús? Te animamos a que lo hagas ahora mismo, el Espíritu Santo se desatará en tu vida.