La Biblia en un AñoMuestra

Reflexión: ¿TRAIGO ALEGRÍA O TRISTEZA?

"Los proverbios de Salomón. El hijo sabio alegra al padre, pero el hijo necio es tristeza de su madre" (Proverbios 10:1).

Todos en la vida somos hijos. Algunos fuimos más amados, otros menos. Algunos son más agradecidos, otros no tanto. Algunos honran a sus padres, otros los deshonran. Cada uno de nosotros tenemos la libertad de actuar. En Cristo Jesús somos nuevas criaturas, por eso es que ya no debemos echar culpa en otros de nuestro accionar. Cada uno de nosotros decide. Si tal vez tuvimos un mal modelo de familia, estamos a tiempo de revertirlo, porque gozamos de un tremendo privilegio: ser llamados hijos de Dios. Y, como hijos, tenemos beneficios pero también responsabilidades. Una de ellas es ser sabios, la sabiduría trae alegría a los padres. Permíteme hacer una salvedad: a los padres naturales, pero estoy convencido de que también a los espirituales. Aquel que ha decidido ser sabio, donde quiera que esté, con quien quiera que se relacione, trae alegría y gozo. El hijo sabio alegra a los padres; pero el necio, dice la Palabra, trae tristeza. El necio es el que se empecina en su propio pensamiento, el que es egoísta, el que no le importa la necesidad del otro ni mucho menos su dolor.

Para reflexionar: ¿Estoy siendo sabio o necio? ¿Estoy llevando alegría o tristeza a mis padres? Hoy es tiempo de cambiar y de modificar el rumbo de nuestra vida. Recuerda que todo lo que sembramos, sin duda, algún día lo cosecharemos. ¡Seamos sabios!