La Biblia en un AñoMuestra

Reflexión: COMO UN SOLO HOMBRE

"Cuando llegó el mes séptimo, y estando los hijos de Israel ya establecidos en las ciudades, se juntó el pueblo como un solo hombre en Jerusalén. Entonces se levantaron Jesúa hijo de Josadac y sus hermanos los sacerdotes, y Zorobabel hijo de Salatiel y sus hermanos, y edificaron el altar del Dios de Israel..." (Esdras 3:1-2).

En épocas de Esdras, Dios mandó reconstruir el templo para Él y, juntamente con el templo, el altar. En el día de ayer hablamos específicamente de que Dios despertó el espíritu para que se levantaran y edificaran. La clave para poder edificar con éxito fue que el pueblo lo hizo“como un solo hombre”, es decir, unidos y unánimes. Una cosa es estar juntos y otra es estar en acuerdo.

¿Que nos habrá mandado el Señor en este tiempo para que cada uno de nosotros construyamos en el lugar donde nos congregamos: en nuestra iglesia, en nuestra célula, en nuestro lugar de servicio? Sin lugar a dudas, una estrategia infalible será el acuerdo. Cuánto tiempo desperdiciamos en peleas inútiles por diferencias que no suman, sino más bien restan.

Desde hace unos años se puso de moda en nuestro país la palabra “grieta”, refiriéndose a las diferencias irreconciliables que parecieran profundizarse cada vez más en nuestra nación. Pero en el camino del Señor esto no debe ser así. Jesús oró para que seamos uno.

Desafío: ¡Recuerda que en la unidad hay poder! Por eso decídete a sumar, a unir, a construir en unidad. Únete a tu líder, pastor, hermano en la fe, ponte en acuerdo y lograrás grandes propósitos en esta vida.