La Biblia en un AñoMuestra

Reflexión: “DE LO RECIBIDO DE TU MANO TE DAMOS”

"Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos" (1 Crónicas 29:14).

Todo lo que tenemos lo hemos recibido de Dios; por Su gracia infinita hemos recibido más allá de lo que jamás nos imaginamos. Dios ha sido bueno, y podemos decir confiadamente: “hasta aquí nos ha ayudado Jehová”.

La Palabra de Dios nos invita a reconocer y a ser agradecidos. La gratitud es la capacidad de admitir que solos no lo hubiéramos logrado y de dar crédito a otros que nos han ayudado en el camino, fundamentalmente a nuestro Dios. No es tan solo decirle a alguien “gracias”, es manifestar con hechos nuestro reconocimiento.

Partamos de la siguiente afirmación: Todo es de Dios y Él nos ha colocado como administradores de lo que es Suyo; dentro de una correcta administración es fundamental entender que debemos darle a Dios. Proporcionalmente a lo que hemos recibido de Su mano, le damos.

¿Qué podemos darle a un Dios tan grande? Nuestra alabanza, nuestro servicio, nuestra devoción y aun también nuestros recursos. Quebremos la avaricia y la ingratitud con acciones prácticas.

Hoy es tiempo para ser agradecidos, es tiempo de dar.

Desafío de hoy: Toma un momento para agradecerle a alguien la ayuda que recibiste en el camino, tal vez u tiempo, su amor, Su paciencia o Su ayuda económica. ¡Sé agradecido! Luego aparta un instante en oración para agradecerle a Dios por todos Sus beneficios.