DEFENDIENDO MI SALUD MENTAL

Pues, aunque andamos en la carne, no militamos según la carne, porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta en contra del conocimiento de Dios y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo (2 Corintios 10:3-5)

Pues como piensa una persona, dentro de sí, así es (Proverbios 23:7)

Lo primero que quiero que entiendas es que tu mente es tu torre central de tu cuerpo, lugar en donde se controla absolutamente todo en tu vida. La batalla está ahí.

Dios nos diseñó de manera especial estamos compuestos por un diseño divino con un alma, cuerpo y espíritu. Particularmente, nuestra alma contiene nuestra mente, la voluntad y las emociones. Dicho esto, entenderás la importancia de cuidar decididamente tu mente como un lugar sagrado en donde debe habitar los pensamientos sometidos a Cristo y que de la sanidad de tu mente dependerá tu salud física y espiritual también.

Como ya lo hemos visto nuestra batalla está en nuestra mente por tanto vamos a aprender a filtrar cada pensamiento a través del mejor colador mental, el cual encontramos en la palabra de Dios en (Filipenses 4:8): Y ahora, amados hermanos, una cosa más para terminar. Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza.

Hay algo que debes tener claro, Satanás viene a robar, matar y destruir.

1 Corintios 2:11: Para que satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros, pues No ignoramos sus maquinaciones.

No somos ignorantes de los juegos de la mente que Satanás trata de ponernos cada día. Si la persona no elige renovar su mente (Romanos 12:2) sino rendirse al trabajo del Espíritu Santo.

Qué tal si aprendemos algunas armas que nos pueden servir para ganar la batalla de nuestra mente y mantener nuestra salud mental.

1. Lectura de la palabra de Dios: Cinturón de la verdad (Efesios 6:14) mantenernos ceñidos con este cinturón.

2. Escudo de la Fe: (Efesios 6:16) Para apagar todas las flechas encendidas del maligno (1 Timoteo 6:12) pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna. (Romanos 10:17) Así que la fe es por el oír por la palabra de Dios.

3. La Espada del Espíritu: (La palabra de Dios). Efesios 6:17. Tomen la espada del Espíritu que es la palabra de Dios. Para apuntar al enemigo debes creer firmemente y creer que esa espada de doble filo entrará como arma letal diseñada para perforar y demoler y derribar las estrategias del diablo en tu contra.

4. Meditación en la palabra de Dios: (Josué 1:8) Medita día y noche el libro de esta ley teniéndolo siempre en tus labios (Salmo 1:2). Sino que se deleitan en la ley del Señor, meditando en ella día y noche.

Meditar: Pensar atenta y detenidamente y repetidamente sobre algo.

Cuando tenemos la mente agitada se desenfocada. Es necesario que te detengas y medites en la palabra y reflexiones en qué dice, qué significa y qué aplicación tiene para ti.