EPISODIO 1 CREER

DÍA DOS: APRENDER A CREER

La fe se demuestra al creer. Para esto es necesario saber qué significa realmente creer. La etimología de esta palabra es el resultado de dos raíces; por un lado, la raíz KERD que significa “corazón” y por el otro, la raíz DHE que se traduce “poner”. En síntesis, la palabra "creer" nos habla de “poner el corazón”. Para creer debemos poner el corazón; nadie que intente creer podrá dejar su corazón afuera. Pero, ¿por qué fallamos en nuestro creer? Proverbios 4:23(RVR 1960) nos enseña “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.” Nuestra falla está en no saber con seguridad donde depositamos nuestra creencia con nuestro corazón. Las necesidades y urgencias nos empujan a una ayuda inmediata y así nos comprometemos en lugares como la brujería, el ocultismo, la parapsicología, sectas y demás lugares que no hacen más que confundirnos y robarnos espiritualmente. Así llegan la destrucción personal, matrimonial e incluso familiar. La pregunta que surge es: ¿Dónde pongo entonces mi corazón? ¿Dónde ponerlo para que no sea defraudado? Para esto quiero ayudarte de manera sencilla; la fe y el creer apelan a las promesas de Dios. Amigo lector, no se puede creer con seguridad si no se tiene una promesa, y si ésta no la hace Dios quien no falla en responder; pero tampoco podemos recibir una promesa si no leemos la Biblia, que es la Palabra de Dios. Recordemos que“Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. ” (Romanos 10:17) (RVR1960).

Quiero compartirte algo que me ayudó a creerle a Dios y es que sus promesas no se basan en hechos futuros sino en los pasados; es decir que todo lo que Dios nos promete ya fue hecho. ¡Él no tiene que hacer algo hoy para responder a lo prometido, sino que ya lo consumó al morir Jesús y al resucitar, aleluya!!!

Te desafío a que podemos aprender a creer, ya no poniendo el corazón en quienes no pueden responder a sus falsas promesas, sino en el lugar seguro, en las promesas que Dios nos hizo en Jesús.

Oración: Padre hoy vengo a vivir lo aprendido. Hoy me comprometo a leer tu Palabra y así poder conocer todas las promesas que dejaste para mi vida y así poder poner mi corazón, sabiendo que mi creer se basa en tus promesas son más que suficiente, en el nombre de Jesús, amén.