No Sé Si DeboMuestra

¿PUEDO CONOCER LA VOLUNTAD DE DIOS?

Si te pasa como a mí, a la hora de tomar decisiones me encuentro con muchos inconvenientes, pero dos fundamentales:

• Querría conocer cuál es la voluntad de Dios sobre algo, pero no siempre la tengo clara, y eso me bloquea.
• A veces la conozco claramente pero, en realidad, y aunque me cueste admitirlo, no quiero seguirla porque mi deseo va en otra dirección y ya he decidido.

Sobre el primer punto me voy a detener brevemente en el día de hoy, y el segundo es el que iremos abordando en los sucesivos días del plan.

Nuestro texto en Deuteronomio nos habla de dos tipos de cuestiones:

• Las que pertenecen al secreto de Dios, que no nos han sido mostradas.
• Las que tienen que ver con Su revelación, no solo personal en la figura de Jesús, que es la imagen del Dios invisible (Colosenses 1:15), sino en cuanto a la manera en que Él quiere que nos conduzcamos: Su voluntad moral.

Cuando lo vemos desde esa perspectiva, evidentemente tenemos que reconocer entonces que:

• No podremos conocer aquí por qué permite esto o aquello, o por qué decidió un tipo de orden sobre las cosas y no otro (eso forma parte de “Su secreto”.
• Pero sí se nos ha revelado mucho y claro “para que cumplamos todas las palabras de esa ley” nosotros y nuestros hijos.

Hasta aquí, quizá la cosa vaya bien, pero la complicación enorme suele llegarnos cuando nos hacemos preguntas acerca de Su voluntad PERSONAL para nosotros. ¿Será voluntad de Dios que compre esta casa? ¿Será esta la persona que Dios tiene para mi vida? Esas son preguntas frecuentes y muy difíciles de responder para mucha gente, incluida yo, pero algunas verdades pueden ayudarnos.

Pongamos las 3 voluntades mencionadas a funcionar conjuntamente y veremos que, muchas veces, nos atascamos innecesariamente en el proceso y terminamos más bien tomando las peores decisiones en vez de actuar desde una libertad bien entendida en Cristo:

• La voluntad soberana no la conocemos ni se nos pide saberla. Ese es un esfuerzo inútil y una trampa mortal.
• La voluntad moral de Dios, sin embargo, se ha expresado con total claridad respecto a muchos de los asuntos cotidianos que nos conciernen.
• La voluntad personal de Dios para nosotros pasa porque le demos gloria en todo y porque, dentro de Su voluntad moral, podamos elegir sin problema entre las cosas que se nos ponen delante, como analizaremos en los próximos días del plan.