Hermosamente RendidaMuestra

Lea: Alabando al Señor

Lectura: Génesis 29:31–35; 30:9–21

DEVOCIONAL: Génesis 29:35

Concibió otra vez y dio a luz un hijo, y dijo: «Esta vez alabaré al Señor»; por esto llamó su nombre Judá. Y dejó de dar a luz.

Lea no era amada ni deseada. Su esposo, Jacob, había sido engañado para casarse con ella antes de poder casarse con su hermana, Raquel. Lea fue descrita como de ojos tiernos, mientras que Raquel, su hermana menor, como hermosa. El nombre de Raquel en hebreo significa "cordero de oveja", mientras que el de Lea significa "vaca". Raquel fue la primera opción de Jacob, mientras que Lea no fue su elección en absoluto. Más tarde, cuando Jacob se encontró con su hermano Esaú que venía en su camino con 400 hombres, puso a Lea y sus hijos detrás de él y a Raquel y sus hijos detrás de Lea. El cuidado y la protección de Raquel siempre fueron más importantes para Jacob que los de Lea.

A través de todo eso, Dios tenía un plan y un propósito para la vida de Lea. Aunque no era amada por su esposo, Dios la amaba mucho. Lea tendría siete hijos, más que cualquier otra mujer en esta historia. Ella se convertiría en la madre de Leví, cuyos descendientes conformarían el sacerdocio en Israel, y la madre de Judá, cuyos descendientes incluían a los reyes de Israel y Judá y al rey más grande, Jesús. Lea es la madre de la mitad de la nación de Israel, e incluso está enterrada con Abraham, Sara, Isaac, Rebeca y Jacob. Sin embargo, nunca recibió lo que su corazón más deseaba: el amor de Jacob.

Incluso en su dolor, Lea alabó a Dios. A pesar de que sus relaciones terrenales eran dolorosas, Lea continuó ofreciendo alabanza a Dios. Aunque nunca vería la plenitud del importante papel que desempeñó en la historia de redención de Dios, Lea continuó luchando por el amor y la fe.

A pesar de esa situación matrimonial inmutable y difícil, Lea nombró a sus hijos según el carácter de Dios, no sus propias circunstancias. Cuando no podemos ver que Dios está obrando en nuestras vidas o cuando la única cosa que nuestro corazón desea nunca sucede, ¿podemos alabar a Dios por quién es Él? ¿Podemos permanecer enfocadas en Su bondad y amor fiel en lugar de permanecer enfocadas en nuestras circunstancias?

Dios tiene un plan y un propósito para tu vida. Eres amada y deseada. Eres protegida y defendida. Tus actos diarios de fe, obediencia y alabanza no pasan desapercibidos. Los deseos de tu corazón son conocidos. Aunque tus oraciones pueden no ser respondidas de la manera que esperas, puedes estar segura de que Dios es por ti y responderá tu oración de la manera que sea mejor para ti y a Él glorifique.