La Caída de Adán y Eva

La caída del hombre se debió a la desobediencia a la autoridad de Dios. En vez de obedecer a Adán, quién transmitió la instrucción a Eva ya que Dios se la dijo directamente a Adán antes de que Eva fuese formada, Eva tomó su propia decisión al ver que el fruto era bueno y agradable a los ojos, menospreciando la instrucción de Adán y así la de Dios mismo. De forma figurada ofendió a su cabeza (Adán). Rebelarse contra la autoridad que representa a Dios es lo mismo que rebelarse contra Dios.

Adán hizo lo mismo, en lugar de reprender a Eva, consintió y él mismo desobedeció a Dios directamente. Nota que la muerte espiritual no sucedió hasta que Adán pecó no cuando Eva lo hizo pues aún Adán podía haber restaurado a Eva.

Toda obra bebe de hacerse en obediencia

Toda acción que es deficiente en la obediencia es una caída, y todo acto de desobediencia es rebelión. Lo bueno y lo malo está en las manos de Dios.

Las acciones del hombre no deben ser gobernadas por el conocimiento del bien y del mal por sobre la obediencia a Dios; deben ser motivadas por un sentido de obediencia. Nuestro proceder debe ser el en siguiente orden de prioridades; obediencia a Dios, y luego discernir lo bueno y lo malo. Con esto no queremos decir que nos es permitido hacer lo malo, pues Dios es bueno y no hay ningún rastro de maldad en Él.

Queremos decir que, muchas veces nuestra percepción de lo bueno y malo estará nublada por el pecado y la mejor guía de acción y obediencia es lo que Dios nos manda hacer.

La obra de la redención consiste en llevarnos de vuelta a donde ahora hallaremos nuestro bien y mal en Dios.

Los Cristianos deben de obedecer la autoridad

Al entrar en contacto con la autoridad, entramos en contacto con Dios mismo. Básicamente, la obra de Dios no es realizada solo por el poder sino principalmente por la autoridad. Dios establecerá su Reino en la tierra principalmente donde: "Se haga su voluntad, así como en el cielo también en la tierra", es la obediencia a su autoridad y la sumisión a Dios lo que hará que su Reino venga, no principalmente su Poder aunque claro será manifestado.

Todas las leyes del universo han sido instituidas por Dios. Todo está bajo su autoridad. Cada vez que una persona peca contra la autoridad de Dios, peca contra Dios mismo. Todos los creyentes deben, por lo tanto aprender a obedecer la autoridad.

La primera lección que debe aprender un obrero es la obediencia a la autoridad

Un obrero cristiano debe saber quien está sobre él. Algunos no saben quiénes son las autoridades que están sobre ellos y por eso no les obedecen. Una vez que sabemos a quien debemos sujetarnos descubrimos naturalmente, nuestro lugar en el cuerpo de Cristo.

Desde la caída de Adán el desorden ha prevalecido en el universo. Cada cuál cree que puede distinguir entre el bien y el mal y juzgar sobre lo correcto e incorrecto. A cada cuál le parece que sabe más que Dios, está es la insensatez de la caída.

Así como la fe es el principio por el cuál obtenemos la vida, así también la obediencia es el principio por el cuál vivimos esta vida. Las divisiones y desordenes que ocurren actualmente dentro de la iglesia provienen de la rebelión.

¿Que tan difícil no es obedecer? ¿Cuestionamos todo para elegir si obedezco o no?

¿creemos ser más sabios que Dios?

¿Lo que me piden mis autoridades va en contra de lo que la Biblia enseña, o es simplemente mi rebeldía lo que me impide obedecerles?

Debemos meditar esto en nuestro corazón y orar a Dios pidiendo perdón si nuestro corazón se ha rebelado contra Dios o contra las autoridades espirituales o seculares aún.