La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022Muestra

Ten confianza con respecto a tu futuro

¿Qué deparara el futuro para tu vida?

Los futurólogos predicen lo que ocurrirá en el futuro. Por ejemplo, han predicho que algunos bebés que nacen hoy en día llegarán a la edad de 150 años. Algunas predicciones tal vez se vuelvan realidad. Otras quizá no…

- En 1962, la compañía discográfica Decca rechazó a *The Beatles*. Dijeron: «No nos agrada como suenan *y además la música con guitarras es cosa del pasado*».

- En 1977, Ken Olson, director general de Digital Equipment Co., dijo: *«No hay ningún motivo por el que alguien quiera tener una computadora en su hogar».*

Hay ciertas cosas sobre el futuro que *desconocemos* y que *no tenemos que conocer.* No obstante, hay otras que *podemos saber* sobre el futuro y que suponen una verdadera diferencia en nuestra vida presente. En los pasajes de hoy vemos tres razones de por qué *puedes estar seguro de tu futuro* si pones tu confianza en el Señor*.*

Salmos 33:1-11

Los planes del Señor

«…los planes del Señor quedan firmes para siempre» (v.11). Dios tiene planes; Él tiene un buen plan para tu vida. Tiene «planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza» (Jeremías 29:11).

La confianza del salmista sobre el futuro proviene de mirar hacia el pasado. Debes reflexionar en lo que Dios ha hecho a través de «la palabra del Señor» (Salmo 33:6a).

Al leer este salmo a través de la lente del Nuevo Testamento, vemos que fue por medio de Jesús (la Palabra de Dios) que el mundo entero fue creado (vv.6-9). Él es la fuente de todo lo que es «justo» (v.4a), Él es «fiel» (v.4b) y «ama la justicia y el derecho; llena está la tierra de su amor» (v.5).

Sobre esta base el salmista confía en que «los planes del Señor quedan firmes para siempre; los designios de su mente son eternos» (v.11). Los gobiernos y la gente hacen planes, pero estos pueden fallar (v.10). Sin embargo, puedes confiar en los buenos planes que tiene Dios para ti y para tu vida.

La respuesta adecuada a todo esto es la adoración, es decir, que cantemos de manera gozosa para el Señor y lo alabemos con diferentes instrumentos, escribir nuevas canciones, usar toda habilidad y capacidad musical e incluso hacer mucho ruido (¡!) («voces de alegría», v.3b).

Señor, hoy te alabo y te agradezco por tu amor y fidelidad hacia mí. Gracias por tener buenos planes para mi vida. Gracias porque tienes el control definitivo de la historia, del futuro y de mi vida.

Marcos 16:1-20

El poder de la resurrección

La resurrección de Jesús ocurrió realmente. Cuando las mujeres llegaron a la tumba encontraron que la enorme piedra que había sido colocada para bloquear el acceso, había sido movida. Jesús había resucitado. Ya no estaba allí. Vieron por sí mismas que la tumba estaba vacía (vv.6-8).

Es significativo que los primeros testigos de la resurrección, según registran todos los Evangelios, fueran mujeres. Los testimonios de las mujeres no eran considerados dignos de crédito en el mundo (en la mayoría de los tribunales judíos, ni siquiera eran aceptados). Pero al aparecerse primero ante ellas, Jesús afirmó la importancia y el papel de las mujeres en su nueva comunidad.

Este testimonio ocular de las mujeres da verosimilitud a la historia. La iglesia primitiva nunca hubiera inventado una historia diciendo que los testigos eran mujeres.

El hecho es que la resurrección fue, inicialmente, algo increíble para los primeros discípulos, como ocurre para muchos hoy. Cuando otros discípulos se enteraron de la resurrección de Jesús, no lo creyeron (vv.11,13) hasta que vieron por sí mismos al Jesús resucitado. Pero cuando vieron su resurrección, sea en la tumba o en las diversas apariciones de Jesús posteriores a la resurrección (vv.12,14), sus vidas fueron transformadas. Pasaron del miedo a la fe, de la alarma a la acción y de la desesperanza a la esperanza.

Como resultado de la resurrección puedes enfrentar el futuro con confianza:

• Confianza con respecto a tu futuro eterno

Esta vida no es el final. Hay una vida más allá de la tumba. Así como Jesús resucitó de los muertos, también en Cristo serás levantado con él (ver 1 Corintios 15).

Como escribe Tim Keller: «¿Por qué es tan difícil hacer lo correcto si sabes que te costará dinero, reputación e incluso puede que tu vida? ¿Por qué es tan difícil enfrentar tu propia muerte o la muerte de tus seres queridos? Es tan difícil porque pensamos que este mundo quebrado es el único mundo que alguna tendremos. […] Pero si Jesús resucitó, entonces tu futuro es mucho más bello, y así mucho más cierto, que aquel».

• Confianza sobre tu vida futura

Jesús está vivo. Está contigo a medida que vas «por todo el mundo y [anuncias] las buenas nuevas a toda criatura» (Marcos 16:15). Tú, al igual que los discípulos, estás comisionado a ir y predicar las buenas nuevas al mundo entero. Puedes tener la confianza de que el poder de Dios está contigo. Puedes aguardar señales poderosas que acompañen tu mensaje: expulsar demonios, hablar en lenguas y sanar a los enfermos. Esto es lo que ocurrió (v.20) y lo que deberíamos esperar hoy en día.

La sanidad, por ejemplo, no está confinada a quienes tengan el don especial sino abierta a todos «los que crean» (v.17). Es Dios el que sana pero Él te hace partícipe de sus planes: «…el Señor los ayudaba en la obra y confirmaba su palabra con las señales que la acompañaban» (v.20).

Hay una variedad de modelos en el Nuevo Testamento, pero siempre son sencillos. Sanar viene en el «nombre [de Jesús]» (v.17). El modelo más común es aquel sobre el que Jesús habla aquí, la imposición de manos: «…pondrán las manos sobre los enfermos, y éstos recobrarán la salud» (v.18).

Gracias Señor por la resurrección de Jesús. Gracias porque puedo enfrentar el futuro con esperanza y confianza porque estás vivo y junto a mí.

Levítico 25:1-26:13

Las promesas de Dios

Aunque no puedas conocer los detalles del futuro, puedes tener la certeza de las bendiciones de Dios en tu futuro. En el capítulo 26, Dios promete que si lo obedeces, disfrutarás de fruto (v.4), satisfacción, seguridad (v.5), paz (v.6), protección (v.6), crecimiento (v.9), la presencia del Señor (v.12) y confianza para «caminar con la cabeza erguida» (v.13).

Dios dice: «Si siguen mis leyes, […] yo les enviaré la lluvia a su tiempo, y la tierra y los árboles del campo darán su fruto; […] y gozarán de tranquilidad en el país. Les daré bienestar en el país, y dormirán sin sobresaltos. […] Los miraré a ustedes con buenos ojos, y los haré crecer en número, y mantendré con ustedes mi alianza. […] Yo viviré entre ustedes, y no los rechazaré; constantemente andaré entre ustedes, y seré su Dios, y ustedes serán mi pueblo. […] Yo rompí el yugo que pesaba sobre ustedes, y los hice andar con la frente en alto» (vv.3-13, DHH).

Este es el plan a largo plazo de Dios para tu futuro. Al buscar obedecer a Dios tendrás que enfrentarte a pruebas y dificultades en esta vida, pero por medio de Jesús podrás disfrutar algunas de estas bendiciones incluso en el ahora.

En el capítulo 25 vemos algunas de las cosas que debemos hacer fin de obedecer a Dios. Algunas, desde luego, son específicas para el antiguo Israel pero otras aplican en todas las épocas.

Me encanta lo que escribió Joyce Meyer sobre el año del Jubileo (Levítico 25) el cual se absolvían todas las deudas y los deudores eran perdonados y liberados: «En Cristo, cada día puede ser un año de Jubileo. Podemos obtener el perdón de nuestros propio pecados continuamente a través del arrepentimiento y la fe en Jesucristo. Podemos disfrutar de un año de Jubileo continuo. Nuestro problema es que o bien seguimos tratando de pagarle nuestra deuda al Señor, o bien seguimos tratando de cobrarnos las deudas de los demás. Así como Dios canceló nuestra deuda y nos perdonó, nosotros debemos cancelar las deudas de los demás y perdonarles lo que nos deban».

La clave en este capítulo es «no se exploten los unos a los otros» (vv.14,17). No es suficiente con ser honestos, también debemos ser considerados.

Esto es radicalmente distinto a la visión del mundo. El mundo admira a la persona que hace dinero aunque sea de forma despiadada. Y puede que en cierto sentido sea exitosa. Pero a Dios le importa cómo tratamos a los demás mucho más que los bienes que tenemos y se preocupa en particular por cómo tratamos a los pobres (vv.25,35,39).

Solo somos administradores. El Señor dice: «la tierra es mía […] ustedes no son aquí más que forasteros y huéspedes» (v.23). Así es cómo deberíamos relacionarnos con las pertenencias y las posesiones. Pertenecen a Dios, son un préstamo de su parte. Dios enseñaba a su pueblo que no la riqueza no es una cosa permanente. Cuentas con lo que tienes por una razón determinada. Solo Dios posee los bienes de forma permanente.

Gracias, Señor, por todas tus promesas de bendición. Gracias porque tienes un plan a largo plazo para mi futuro. Gracias porque un día seré resucitado con Cristo a una vida plena y eterna.

Pippa Adds

Pippa añade:

En un fin de semana Alpha siempre se siente la presencia de Dios moviéndose entre su pueblo y revelándose a él (Levítico 26.12). El versículo 13 dice: «Yo rompí las coyundas de su yugo y los hice caminar con la cabeza erguida». Tiempo atrás, en uno de esto fines de semana, una joven me dijo que su temor se había ido y se le había quitado un peso de encima, ¡se la veía radiante!

References

**Notas:**

Tim Keller, La cruz del Rey: *La historia del mundo en la vida de Jesús*, (Libros Desafío, 2015)

Joyce Meyer, La Biblia de la vida diaria, (Casa Creación, 2013)