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La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022

DÍA 238 DE 365

El paquete de beneficios de Dios



Recientemente descubrí uno de mis diarios de oración en el que registré algunas de mis primeras experiencias de oraciones respondidas.

El 26 de septiembre de 1976 escribí acerca de una oración pidiendo por mi madre: «Oré para que el Señor la curara de su insomnio». No le conté que estaba orando por ella y, exactamente tres meses más tarde —el 26 de diciembre de 1976— escribí que mi madre «dice que ha dormido mejor en las últimas semanas que en los cuatro años anteriores, así que el insomnio ya no es un problema para ella».

Por supuesto, no es posible demostrar el cristianismo basándose en la respuesta a las oraciones porque los escépticos siempre pueden explicar esta respuesta como coincidencia. Pero el antiguo arzobispo de Canterbury, William Temple, declaró: «Cuando oro, suceden coincidencias; cuando no oro, no suceden». El efecto acumulativo de la oración respondida es reforzar nuestra fe en Dios.

Durante los últimos veinte años he escrito al lado del pasaje del Nuevo Testamento que leemos hoy mis oraciones para el año siguiente. Es alucinante echar la vista atrás y recordar las maneras en las que Dios ha respondido a muchas de esas oraciones. Me resulta muy fácil olvidar todas las respuestas recibidas a las oraciones. Es muy fácil olvidar las bendiciones.

David se recuerda a sí mismo en el salmo de hoy no ha de olvidar «*todos sus beneficios*» (Salmo 103:2). Muchos son conscientes de los «beneficios» que pueden recibir por su trabajo o como renta de sus bienes. Pero, ¿y qué acerca de los «beneficios» que recibimos de nuestro amoroso Padre celestial?

Salmos 103:1-12



1. Recuerda y agradece a Dios por todos Sus beneficios


Hay muchas razones por las cuales alabar a Dios. Casi parece que David está hablando consigo mismo y exhortándose así: «Alaba, alma mía, al Señor; alabe todo mi ser su santo nombre. Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios!» (vv.1–2).


Claramente, David había tenido que enfrentarse a muchos problemas en su vida: pecado, enfermedad y «el hoyo» (vv.3–4, NTV). Pero, al igual que el apóstol Pablo (2 Corintios 1:3), él comienza por alabar a Dios por algunos de sus beneficios:



  • Perdón


Dios perdona todos tus pecados (Salmo 103:3): «No nos trata conforme a nuestros pecados ni nos paga según nuestras maldades» (v.10); «Tan lejos de nosotros echó nuestras transgresiones como lejos del oriente está el occidente» (v.12).



  • Sanación


Dios «sana todas tus dolencias» (v.3). Un día seremos sanados completamente. Ahora vemos signos de esto, cuando Dios nos sana directa y sobrenaturalmente. Además Dios ha puesto en nuestros cuerpos el sistema inmune, los anticuerpos y los procesos de reconstitución.



  • Redención


Dios «rescata tu vida del sepulcro» (v.4a). No hay un abismo tan profundo que la redención de Dios no pueda alcanzar.



  • Amor


Él «te cubre de amor y compasión» (v.4b): «Tan grande es su amor por los que le temen como alto es el cielo sobre la tierra» (v.11).



  • Satisfacción


«Él colma de bienes tu vida» (v.5a).



Te alabo Señor, por todos Tus beneficios: por Tu perdón y Tu sanación, por redimirme, por cubrirme de amor y compasión y por colmarme de cosas buenas.


2 Corintios 1:1-11



2. Mira Sus beneficios incluso en medio del sufrimiento


¿Has sufrido la pérdida o el duelo? ¿Estás sufriendo algún problema de salud? ¿Estás bajo una gran presión en tus finanzas o alguna otra área de tu vida? ¿Estás recibiendo oposición o siendo criticado? ¿Atraviesas un periodo de dificultades, desilusiones o privaciones?


Pablo fue el pastor cofundador de la iglesia de Corinto. En esta, su carta más personal, él revela el corazón de un líder. Expone sus sentimientos como un hombre de carne y sangre que sabe lo que es atravesar problemas (v.4), sufrimientos (vv.5–8), estrés (v.6), privaciones (v.8) y presiones (v.8) (la palabra usada por Pablo significa estar bajo un gran peso).


Había sufrido la desesperación (v.8), sintiéndose «sentenciado a muerte» (v.9), y había experimentado un «peligro de muerte» (v.10). Además de la persecución física, tuvo que afrontar críticas, ridiculizaciones, enfermedades, depresión, duelo, injusticias, desencantos, tentaciones y relaciones personales difíciles.


Sir Winston Churchill dijo: «Un pesimista ve la dificultad en cada oportunidad; un optimista ve la oportunidad en cada dificultad». Según esta definición, ¡Pablo era todo un optimista!


Empieza su epístola alabando, no por los problemas sino por los beneficios positivos que le han traído estos. ¿Cuáles son estos beneficios? ¿Cómo podemos tú y yo ver los beneficios en toda dificultad?



  • Serás confortado


El «Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones» (vv.3–4). La palabra confortar significa animar, dar ánimo y estar al lado. Dios es el «padre misericordioso» (v.3). No es insensible al sufrimiento, se pone a nuestro lado y sufre con nosotros. Su Espíritu Santo es el «consolador» (Juan 14:26).



  • Serás una ayuda para los demás


Si ahora mismo estás en un tiempo de sufrimiento, puede que no te parezca de mucho consuelo, pero un día traerás gran consuelo a otras personas: «Quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que, con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren» (2 Corintios 1:4). Aquellos que han tenido que afrontar dificultades en la vida suelen ser los ministros más efectivos.



  • Serás cambiado


Los sufrimientos producen en ti el «soportar con paciencia» (v.6). Como el oro acrisolado por el fuego, o una viña podada para dar más fruto, las dificultades producen paciencia, aguante, resolución y perseverancia, llevando a la transformación del carácter.



  • No estarás solo


Pablo escribe: «Así como participan de nuestros sufrimientos, así también participan de nuestro consuelo» (v.7). La palabra que usa para «participar» viene de la palabra griega koinonia, que es la palabra usada para describir la relación más cercana posible con Dios. En épocas de dificultad debemos experimentar una extraordinaria cercanía en la relación al consolarnos y animarnos los unos a los otros. Como dice The Message: «Tus momentos malos son también nuestros momentos malos» (v.7, MSG).



  • Aprenderás a confiar en Dios


Cuando las cosas van bien es fácil convertirse en alguien que depende de uno mismo. Pero cuanto todo va mal y tocamos fondo, estamos forzados a confiar en Dios. Como lo explica Pablo: «Para que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios» (v.9).



  • Serás rescatado


Pablo escribe: «Él nos libró y nos librará de tal peligro de muerte. En él tenemos puesta nuestra esperanza, y él seguirá librándonos» (v.10). Al echar la vista atrás y ver que Dios nos ha librado en el pasado, podemos estar confiados en que nos librará en el futuro.



  • Tus oraciones ayudarán a otros


La oración es poderosa; Dios responde de verdad a las oraciones. Una de las mejores maneras en las que podemos ayudar a otras personas es orando por ellas: «Mientras tanto, ustedes nos ayudan orando por nosotros. Así muchos darán gracias a Dios por nosotros a causa del don que se nos ha concedido en respuesta a tantas oraciones» (v.11). Cuando tus oraciones sean respondidas, Dios será glorificado.



Señor, ayúdanos a ver los beneficios en todas las dificultades. Que experimentemos Tu consuelo y aprendamos a no depender de nosotros sino de Ti. Señor clamo pidiendo tu ayuda…


2 Crónicas 26:1-28:27



3. No dejes que los beneficios te envanezcan


Los momentos en lo cuales las cosas van bien pueden ser de tanta prueba para nuestra fe como las ocasiones en que no. Abraham Lincoln, quien como presidente de los Estados Unidos lo conocía todo acerca del poder, dijo: «Casi cualquier hombre puede resistir a la adversidad, pero si quieres probar el carácter de una persona, dale poder».


Uzías empezó muy bien. Se hizo rey a los dieciséis años (26:1). «Hizo lo que agrada al Señor»(v.4). Fue leal en su empeño «en buscar al Señor» (v.5a). «Mientras Uzías buscó a Dios, Dios le dio prosperidad» (v.5b). «Dios lo ayudó» (v.7); se hizo famoso y muy poderoso (v.8). Todo le iba muy bien.


Mientras buscó a Dios, el Señor respondía sus oraciones, ayudándole y dándole éxito.


Pero todo se torció de una manera terrible cuando «llegó a ser muy poderoso» (v.15c). La fama, el éxito y el poder son embriagadores y acarrean grandes peligros de orgullo y arrogancia.


«Cuando aumentó su poder, Uzías se volvió arrogante, lo cual lo llevó a la desgracia» (v.16). Hizo aquello que estaba específicamente prohibido por la Escritura (ver Números 16:40; 18:7) a pesar de que muchos líderes «se le enfrentaron» (2 Crónicas 26:18) previniéndole contra ser infiel (v.18). En vez de escucharlos, por su orgullo se «enfureció» (v.19). Esto es una advertencia. Si las cosas te van bien, no te vuelvas orgulloso, sigue confiando en Dios y obedeciéndole.



Señor, ayúdame a seguir alabándote, dependiendo de Ti y buscándote toda mi vida.


Pippa Adds



2 Corintios 1:3–4


«Padre misericordioso y Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones».


Lamentablemente, no estamos exentos de tener problemas en esta vida, pero tenemos un Padre compasivo que es el Dios de toda consolación (no únicamente de algo de consolación), que nos confortará en todos y cada uno de los problemas con los que nos encontremos.



References



Nueva Versión Inernacional (NVI)

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Acerca de este Plan

La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022

¿Abrumado por la idea de leer la Biblia? Dedique un tiempo cada día a escuchar a Nicky y Pippa Gumbel mientras le explican toda la Biblia en 365 días. Cada día, se explora un tema diferente a través de una selecció...

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Nos gustaría agradecer a Nicky Gumbel por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://alpha.org

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