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La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022

DÍA 166 DE 365

Cuando no entiendes a Dios



John Newton —cuya vida leímos ayer— fue mentor de un hombre llamado William Cowper (1731–1800). Cowper había experimentado sucesos trágicos. Su madre murió cuando él tenía seis años, y su padre cuando aún era joven. Se graduó como abogado y aunque en su exterior era una persona exitosa, padecía una grave depresión. Cuando solicitó un puesto administrativo en la Cámara de los Lores que implicaba pasar un examen formal, se sintió tan alterado por la expectativa de tener que pasar el examen que intentó suicidarse. Todo el resto de su vida padeció una enfermedad mental.

Cuando era treintañero, John Newton lo animó a que compusiera himnos; escribió poderosamente acerca de las alegrías y las penas de la vida diaria. En 1774 sufrió un episodio severo de enfermedad mental y le impidieron casarse con Mary Unwin como pretendía. Estaba descorazonado y muy poco después escribió el que quizás es su himno más famoso que dice así:

*Dios se mueve de maneras misteriosas*

*para realizar sus maravillas*

Sabemos que Dios es bueno y Dios es amor; Dios te ama y se ha revelado definitivamente en Jesús. Pero entonces lees pasajes de la Biblia que parecen no encajar en tu comprensión de Dios y también experimentas cosas en la vida que tampoco parecen encajar.

A Dios no puedes aislarlo entre cuatro paredes. Es muchísimo más grande de lo que jamás podrás concebir y algunos pasajes de la Biblia son misteriosos. Jesús declaró en una ocasión: «Ahora no entiendes lo que estoy haciendo pero lo entenderás más tarde» (Juan 13:7). A veces la comprensión nos llega durante el tiempo de nuestra vida, pero algunas cosas solo las comprenderemos cuando nos encontremos con el Señor.

¿Cómo debes responder cuando no entiendes a Dios?

Salmos 74:1-9



1. Sé honesto con Dios


¿Has tenido momentos en la vida en los que simplemente no entiendes por qué suceden ciertas cosas? ¿Casi te sientes como que si Dios te hubiera rechazado? Si es así, tu experiencia es común a la de la historia del pueblo de Dios. Este salmo comienza con una pregunta: «¿Por qué, oh Dios, nos has rechazado para siempre?» (v.1).


A veces puede parecer que Dios está mudo y que no interviene para ayudarte de ninguna manera. Como dice el salmista: «Ya no vemos ondear nuestras banderas; ya no hay ningún profeta, y ni siquiera sabemos hasta cuándo durará todo esto» (v.9).


Cuando atraviesas momentos así, nunca sabes «hasta cuando» durarán (v.9). Puede que te preguntes por qué una parte de tu vida está resultando así. O quizás, simplemente sientes que Dios está distante. San Juan de la Cruz (1542 – 1591) se refirió a estos tiempos llamándolos «la noche oscura del alma».


¿Qué has de hacer en tiempos así?



  • Haz preguntas


El salmista no se anda con rodeos. Derrama su corazón ante Dios y le hace preguntas difíciles: «¿Por qué, oh Dios, nos has rechazado para siempre? ¿Por qué se ha encendido tu ira contra las ovejas de tu prado?» (v.1).



  • Pide respuestas


«Acuérdate del pueblo que adquiriste desde tiempos antiguos [...] que es donde tú habitas […] Dirige tus pasos hacia estas ruinas…» (vv.2–3).


Cuando vives este tipo de experiencias y emociones no estás solo. Una de las grandes bendiciones de los salmos es que cuando pases por momentos de sufrimiento misteriosos puedes acudir a ellos y repetirlos como oración en tu corazón.



Señor, gracias porque aun cuando no puedo comprender lo que me está sucediendo, puedo ser honesto contigo cuando oro y derramar mi corazón ante ti.


Hechos 9:32-10:23a



2. Ábrete a Dios


Jesús mandó a sus discípulos que sanaran a los enfermos, resucitaran a los muertos y predicaran el evangelio. La iglesia primitiva continuó haciendo exactamente lo que Jesús les había mandado hacer. Tuvieron que sorprenderse muchísimo al ver lo que sucedía, pero estuvieron abiertos a la guía de Dios.



  • El misterio de la sanación


Siguieron viendo el extraordinario poder de Dios operando. Pedro le dijo a un hombre que había estado postrado ocho años en cama: «Jesucristo te sana» (9:34). «Y al instante se levantó» (v.34). «Todos […] se convirtieron al Señor» (v.35).


Pero no fueron sanados todos. ¿Por qué no sana Dios a todo el mundo? No lo sé. A veces es realmente difícil de entender por qué Dios no ha sanado a alguien por quien se ha orado tanto; es un misterio.



  • El misterio de resucitar a los muertos


Lo siguiente que hace Pedro es ¡resucitar a los muertos! Los relatos de muertos resucitados son infrecuentes en la Biblia. Ocurren en dos ocasiones en el Antiguo Testamento (una con Elías y la otra con Eliseo). Jesús resucitó a muertos en tres ocasiones, Pablo en una y Pedro resucitó a Tabita de entre los muertos. El mandamiento de resucitar a los muertos se da una vez en Mateo 10:8.


Casi en todos los casos la persona resucitada fue una persona joven. Ninguno de ellos vivió para siempre, pero sus vidas no fueron interrumpidas prematuramente. Son contadas las ocasiones en que Dios interviene de esta manera. No sabemos por qué, es un misterio.


En este caso, Dios intervino. Tabita, quien «se esmeraba en hacer buenas obras y en ayudar a los pobres» (Hechos 9:36), se enfermó y murió. Pedro se arrodilló y oró. ¡Ella abrió los ojos, se sentó, y Pedro la tomó de la mano ayudándola a levantarse! Como consecuencia «muchos creyeron en el Señor» (v.42).



  • El misterio del evangelio


El apóstol Pablo explicaría más adelante que el misterio consiste en que «los gentiles son, junto con Israel, beneficiarios de la misma herencia, miembros de un mismo cuerpo y participantes igualmente de la promesa en Cristo Jesús mediante el evangelio» (Efesios 3:6).


Hasta aquel punto en el libro de los Hechos, todos los seguidores de Jesús habían sido judíos. De hecho, no creían que fuera posible hacerse cristiano sin ser judío. Pero Dios los sorprendió dando a Pedro una visión. Durante el trance, vio los cielos abiertos y se le ordenó que matara y comiera animales y pájaros «impuros» e «inmundos». Su reacción fue exclamar: «¡De ninguna manera, Señor!» (Hechos 10:14).


Esta visión y la voz de Dios que la acompañaba conminaban a Pedro para que no hiciera distinciones entre la comida pura e impura (vv.13–15). Pero Pedro se dio cuenta de que la visión también significaba que no debía hacer distinción entre personas «puras» e «impuras», o lo que es lo mismo, entre gente judía y no judía. En la lectura de mañana descubrimos que Pedro proclama: «a nadie debo llamar impuro o inmundo» (v.28).


En aquel momento era un misterio: «Pedro no atinaba a explicarse cuál podría ser el significado de la visión» (v.17) y no se dio cuenta de lo que Dios estaba haciendo. Solo más tarde comprendió que los planes de Dios eran más grandes que los suyos. La buena noticia de Jesús no debía limitarse al pueblo judío, era para todo el mundo. Damos gracias porque Pedro tuvo la suficiente apertura para responder a la guía de Dios, ya fuera mediante una visión o cuando «el Espíritu le dijo […]» (v.19).



Señor, gracias porque aun cuando a veces no entiendo algunos misterios de la vida, Tú siempre tienes una razón para las cosas


2 Samuel 23:8-24:25



3. Sé desconcertado por Dios


Este es uno de los pasajes más misteriosos de toda la Biblia. Parecía que todo iba bien, David estaba rodeado de gente buena, recibía mucha ayuda y apoyo de sus tres hombres más poderosos y también del más amplio círculo de «los treinta».


Pero sucedió algo terrible. ¿Quién incitó a David a contar cuántos guerreros tenía? En este pasaje parece que fue Dios, pero en el pasaje equivalente de Crónicas se nos dice: «Satanás conspiró contra Israel e indujo a David a hacer un censo del pueblo» (1 Crónicas 21:1). Esta es una de las tres veces en las que se menciona a Satanás en el Antiguo Testamento.


Aparentemente, David sabía que lo que estaba haciendo era incorrecto («le remordió a David la conciencia por haber realizado este censo militar», 2 Samuel 24:10), así que espoleado por su conciencia le dijo al Señor: «He cometido un pecado muy grande. He actuado como un necio. Yo te ruego, Señor, que perdones la maldad de tu siervo» (v.10).


A la vista de todas las opciones enumeradas por el profeta Gad, eligió caer en manos del Señor pues «grande es su misericordia» (v.14). Se negó a ofrecer un sacrificio de balde (v.24). Tras su sacrificio «el Señor tuvo piedad del país» (v.25).


Aún hay muchas cosas aquí que son difíciles de entender. Pero el pasaje termina con una nota de esperanza y una relación renovada.



Señor, ayúdame a confiar en Ti incluso en medio de la confusión y la incertidumbre. Gracias porque un día Tu sabiduría será revelada completamente, gracias porque eres bueno y Tu amor dura para siempre.


Pippa Adds



2 Samuel 24


¿Hay alguien más que esté confundido por el censo?



References



Nueva Versión Inernacional (NVI)

Copyright © 1999 by Biblica, Inc

Acerca de este Plan

La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022

¿Abrumado por la idea de leer la Biblia? Dedique un tiempo cada día a escuchar a Nicky y Pippa Gumbel mientras le explican toda la Biblia en 365 días. Cada día, se explora un tema diferente a través de una selecció...

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Nos gustaría agradecer a Nicky Gumbel por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://alpha.org

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