Vida Después De La Muerte Muestra

La muerte es innegable, es algo que deberá ocurrir sí o sí. Alguien dijo alguna vez en el guion de una película de la década de los 60s: "Para morir nacimos". Aunque evidentemente todo aquel que nace debe morir, habrá una generación que no vea muerte a causa del arrebatamiento, es extremadamente posible que seamos tú y yo. 

El tema de la muerte física es algo que debemos estudiar profundamente, no para poder aceptarlo con resignación, sino todo lo contrario, aceptarlo de forma expectante pues es lo que nos vincula directamente a estar por siempre delante de la presencia de Dios. Con esto no quiero decir que no valoremos el maravilloso regalo de la vida ni que no valoremos todo lo que tenemos y las personas que nos rodean con tanto cariño y amor; no quiero decir tampoco que ninguna de nuestras actividades no sean importantes; a fin de cuentas, si Dios nos mantiene aún en este lugar, es porque Su propósito sigue adelante en tu vida y en mi vida. Muchas personas han cumplido con su tiempo aquí en la Tierra, han partido, han dejado de existir físicamente, y en la mayoría de los casos, es muy doloroso, pero esto no implica que las cosas se acaben aquí, la muerte no es el fin último de las vidas que fueron creadas por el Señor, al contrario, es solo un paso hacia lo que será una eternidad habitando nuestras moradas, siempre bajo la luz de nuestro Señor Jesucristo. 

Durante estos días nos convenceremos que Pablo tenia absoluta razón al decir que "el morir es ganancia". No hay nada en esta vida que pueda compararse con la venidera, no existe pago alguno que pueda parecerse a las coronas y recompensas que tendremos de parte de Jesús cuando nosotros también muramos, que afortunados aquellos que ya, desde estos momentos, están delante de Su gloriosa presencia.