Contra las cuerdasMuestra

EL PROPÓSITO DE LUCHAR CON DIOS

Dios no cambia cuando luchamos con Él, pero nosotros sí. Es por eso que esta lucha tiene un propósito: morir al “yo”.  Morir a nuestra naturaleza humana para nacer a la divina. 

Dios tiene un propósito para nosotros, pero es para nuestra nueva criatura, no para la vieja. El plan de Dios es elevarnos, no a una posición social, sino a una naturaleza superior. Cuando el Alfarero rompe la pieza de barro no es porque se deleita del quebrantamiento, sino del nuevo utensilio, más útil, más perfecto, más bello.

Mira lo que dice Pablo a los corintios en un pasaje tan conocido, que casi no valoramos: “las cosas viejas pasaron” pero también dice “todas son hechas nuevas”. Y lo que Dios hace es bueno.

Cuando Dios está luchando con esa criatura antigua, dolerá. No te rebeles contra Él, todo es por tu bien. La Biblia dice que él tiene planes para nosotros. Que sus pensamientos son de bien y no de mal. Es la naturaleza del ser humano la destructiva, pero Dios es Creador.

Él está trabajando en ti y eso puede ser incómodo, desconcertante, difícil y doloroso; pero bajo ningún punto puede ser malo. Déjate moldear, entrégate a la lucha cuando llegue el momento. Nunca pierdas de vista el propósito de esta.

Una cosa más, si me lo permites. No fue Jacob quien inició la lucha, fue el Señor. No se trata de increparlo, de retar al campeón, sino de esperar cuando él tenga dispuesto hacerlo para nuestro bien. Ese es el momento en que nuestro Dios ha determinado que debes morir (morir al “yo”) porque es necesario para nacer de nuevo.

”Dios nuestro, oramos para que, al ser escogidos para luchar contigo, sepamos dejar morir todo lo que estorba el nacimiento a una nueva vida en ti. Sabemos que a veces va a doler, pero confiamos en tus pensamientos de bien para con nosotros.”