PREPARÁNDONOS PARA LUCHAR
Jacob el usurpador. Así había sido llamado, y no en vano ¿Qué has usurpado? O mejor, ¿a qué le temes como consecuencia de tus caminos antiguos? Piénsalo bien, porque esta era también la situación de Jacob y por eso actuó como actuó. Pero Dios tiene una salida para librarte del temor y del pasado. Cuidado, eso no ocurrirá sin luchar.
Aún estás a tiempo de abandonar este plan. Nadie va a juzgarte por dejarlo a medias. Pero si continúas, si tomas el desafío, veremos juntos cómo Dios restaura vidas y también cómo las hace mejores ¿Quieres tomar este día para prepararte adecuadamente y entrar luego al cuadrilátero de Dios? Será un ejercicio que tu alma agradecerá.
Observemos de qué manera inicia este amigo, su proceso personal. Tal vez se parezca al tuyo:
No creas que allí termina todo. Apena comienza. Todo lo que viene luego de este proceso es pura acción. Luego de reconocer toda nuestra realidad y la verdad de Dios, es momento de luchar con él. No te asustes, si hemos seguido el mismo proceso de humildad, seguro ganaremos.
“Señor, convierte nuestros corazones para pasar de nuestros planes humanos a tu voluntad divina. Si algo en nosotros vencerá, que sea lo que hay de ti en nosotros. Todo lo demás, hazlo morir.”