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Día 3: Fuiste hecho para glorificar a Dios

Vivimos en una cultura de autoglorificación. El camino a la felicidad parece estar pavimentado con autoadoración y autopromoción. Vemos que celebridades, atletas, e influencers obtienen premios por su autoexaltación, mientras que el resto de nosotros tratamos de hacer lo mismo o preguntarnos por qué no somos lo suficientemente buenos. Este estilo de vida puede brillar y brillar, pero eventualmente, el brillo desaparece. Los "me gusta" dejan de llegar. Viene alguien más brillante. Afortunadamente, hemos sido creados para mucho más que una vida que se trata de nosotros..

Nuestro verdadero propósito se resume popularmente en el catecismo menor de Westminster, que dice que nuestro fin o propósito principal es “glorificar a Dios y disfrutarlo para siempre”. Como portadores de la imagen de Dios, hemos sido creados para glorificar a Dios con nuestras vidas, para disfrutar de Su bondad y para darlo a conocer. 

No podemos agregar ni quitar nada de la gloria de Dios, pero podemos honrarlo, alabarlo y adorarlo a través de nuestros pensamientos, acciones y relaciones. Cuando vivimos de una manera que pone el foco de atención en Dios, en lugar de en nosotros mismos, estamos más vivos y felices. Tenemos propósito y gozo.

Cuando nos alejamos del enfoque propio y fijamos nuestros ojos en lo alto, vivimos en gratitud a Dios, quien es el dador de un regalo siempre bueno y perfecto. Humildemente reconocemos que separados de Dios no somos nada. Comenzamos a brillar realmente cuando nos relajamos en el destino que Dios tiene para nosotros: ser amados por Cristo, darle gloria y amar bien a los demás.

Fuiste hecho para glorificar a Dios y al hacerlo encontrarás verdadero propósito y paz.

Reflexiona

¿Cómo puedes glorificar a Dios por medio de los dones y pasiones que Él te ha dado?

Oración:

Dios, gracias por invitarme a una historia más grande: vivir plenamente vivo y satisfecho en Ti. Reconozco que todo don bueno y perfecto en mi vida proviene de Ti, y quiero glorificarte en todo lo que hago y digo para que los demás puedan conocer Tu bondad y amor.