Loca feMuestra

Imagínalo

Si no puedes averiguar cuál debe ser tu primer paso en la fe, usa la asombrosa herramienta que Dios te ha dado para caminar en la fe de bebé. Se llama imaginación. 

La imaginación no es meramente un juego de niños. Es una poderosa fuerza que nos ha dado el Creador. Deriva de la raíz image, y nosotros fuimos creados a la imagen de Dios con la capacidad de imaginar lo que aún no es palpable pero que puede ser comprendido. ¡Esto es una locura! Si dejaste de usar tu imaginación porque te dijeron que debías crecer y actuar como adulto, ahora es tiempo de revivirla. La imaginación es un medio muy poderoso como para tenerla guardada en la caja de juguetes. 

Puedes estar en un lugar exactamente opuesto al que deseas, cierra tus ojos y mírate a ti mismo en el lugar exacto donde deseas estar. (¡Vamos, inténtalo!)

Podrías estar postrado en cama con el cuerpo totalmente enyesado, pero cuando cierras tus ojos, puedes imaginarte sano y caminando nuevamente.

Tú y tus hijos pueden despertar en tu departamento de un dormitorio con el agua del techo goteando a un balde; cuando cierras los ojos, ya imaginas que te entregan las llaves de tu nueva casa de cuatro dormitorios con dos baños, en un vecindario seguro y tranquilo.

Podrías estar en una cena de Navidad sentado al lado de tu tío ebrio, con otros miembros de la familia discutiendo alrededor de la mesa; cuando cierras los ojos, ves una familia pacífica y feliz demostrando su amor y compartiendo testimonios de la fidelidad de Dios.

Podrías, incluso estar en una celda de prision, contando los días que faltan para abrazar nuevamente a tu hija; al cerrar los ojos, puedes estar celebrando su séptimo cumpleaños, tomando fotos con brillosos unicornios y coronas de princesas. 

No menosprecies tu imaginación. Te la ha dado Dios, es divina. Esas fantasías pueden ser un destello de lo que Dios te está mostrando del futuro que es posible para ti si crees en Él lo suficiente como para ir en esa dirección.

Si pudieras cambiar una relación, una situación en tu vida, una parte de tu diario vivir, ¿cuál sería? Cierra los ojos e imagina. Luego pide a Dios que te ayude a darle forma a tus sueños para convertirlos en realidad.