[Cinco conversaciones con Cristo] DistraccionesMuestra

Vivir en modo Marta

Jesús y los discípulos estaban viajando. Entraron en Betania, un pueblo a unos tres kilómetros de Jerusalén y allí se encontraron con María de Betania. Ella no es María la madre de Jesús ni María Magdalena; esta es una María diferente. Su hermana se llamaba Marta. Marta era probablemente mayor, porque ella dirigía la casa y era su casa. María y su hermana mayor, Marta, tenían un hermano del que quizás hayas oído hablar: su nombre era Lázaro. Esa era la unidad familiar. No oímos hablar de sus padres; la mayoría de los intérpretes asumen que sus padres habían muerto.

Entonces, Jesús está entrando en este hogar. Él entra y tenemos una opción. ¿Vamos a actuar como Marta o como María? ¿Vamos a vivir en modo Marta, o en modo María?

Hablemos primero del modo Marta. El modo Marta es un modo ocupado. Es un modo distraído; es un modo de movimiento por todas partes. Con mi personalidad encuentro que vivo mucho en el modo Marta. Vivimos en un mundo de distracción. A pesar de que tantas cosas se han movido fuera del camino durante esta pandemia, todavía hay distracciones. En Houston, Texas, vivimos en modo Marta la mayor parte del tiempo. Tienes que ir, moverte, subir a la autopista, hacer varios giros. Todos sabemos que, en Houston, con toda la construcción en marcha todo el tiempo, si pierdes tu turno, podrías pagarlo caro. Si pierdes tu salida, podría costarte 30 minutos volver a ella. Entonces, vivimos en modo Marta, asustados, tratando de juntar todo. 

Ahora, esto es lo que quiero que sepas sobre el modo Marta. Primero y ante todo: Marta es una buena persona, preocupada por las cosas buenas. Jesús amaba a Marta. Las personas ocupadas, como Marta, no son malas personas. Pero si somos personas ocupadas como ella, tenemos que ser conscientes de no estar tan ocupados al punto de que nuestro negocio se convierta en distracción, luego en preocupación y por último en malestar.

Señor, ayúdanos a evaluar nuestras vidas ocupadas.