Cómo (no) salvar al mundo: La verdad sobre revelar el amor de Dios a las personas cercanas a tiMuestra

Cómo (no) salvar al mundo: Vivir para agradar a la gente

Cuando mi mamá cumplió 50 años, comenzó una segunda etapa. Ella había trabajado en un ministerio en las calles durante décadas con la ayuda familiar y tenía una voz de amable autoridad con las personas a las que servía. Sin embargo, luchaba con el hecho de si Dios la estaría llamando para algo nuevo. ¿Qué significaría para ella, en esta etapa de su vida, que Dios le diera una nueva dirección? ¿Era demasiado tarde para hacer un cambio? ¿Tenía el coraje de asumir un nuevo llamado?

Escuché sus miedos e investigué cuáles eran sus motivaciones para aventurarse en algo nuevo. Finalmente admitió, con un suspiro de alivio: “Quiero ser profesora de preescolar”. Mi mamá se había desanimado a causa del miedo a lo que diría la gente y cómo se vería el intentar hacer algo nuevo en esta etapa de su vida.

Todos hemos sentido en alguna ocasión que no cumplimos con los requisitos para hacer las cosas que Dios nos llama a hacer. Nos descalificamos a nosotros mismos, para puestos o responsabilidades, basados en los estándares, opiniones o expectativas aparentes de otras personas. ¿Cómo podemos vivir para Jesús y presentar a Jesús al mundo si siempre estamos tratando de agradar al mundo que Jesús vino a salvar? Vivir para complacer a la gente es cómo (no) se salva al mundo. 

Si somos esclavos de lo que la gente dice, entonces no podemos ser obedientes a lo que dice Dios. No podemos dar el paso de fe que Dios nos llama a dar, mientras intentamos dejar felices a todos con cada movimiento nuestro. Si vives para agradar a las personas en lugar de agradar a Dios, nunca alcanzarás el propósito pleno que Dios tiene para tu vida. La gente no conocerá a Jesús si seguimos viviendo para complacer a las personas que Jesús vino a salvar.

Mi mamá ha sido maestra de preescolar durante un par de años. Al vivir esta nuevo tiempo en su vida, me dijo: “Esto es lo que se supone que debo hacer. Sé que es aquí donde debo estar." Amigo mío, olvídate del orden establecido. Rompe la línea de tiempo invisible de lo que se supone que debes hacer y cuándo se supone debieras hacerlo. Deshazte de tus propios límites. Deshazte de los límites que le has puesto a Dios. Dios quiere hacer algo diferente en nosotros y a través de nosotros en cada etapa de nuestras vidas. No te apresures. No lo evites. En este preciso momento que estás viviendo, Dios tiene algo específico que debes recibir y algo específico que debes dar.

Responde

¿Qué cosas te han desanimado para seguir con la pasión y el llamado que Dios tiene para ti?

¿Cuál es el riesgo de vivir según los patrones culturales o para agradar a las personas en lugar de a Dios?

¿Crees que hay algo a lo que Dios te esté llamando y puedas decir sí hoy?