El Veneno del Orgullo

Por Danny Saavedra

“José tenía muy buen físico y era muy atractivo. Después de algún tiempo, la esposa de su patrón empezó a echarle el ojo y le propuso: Acuéstate conmigo. Pero José no quiso saber nada.... Un día, en un momento en que todo el personal de servicio se encontraba ausente, José entró en la casa para cumplir con sus responsabilidades. Entonces la mujer de Potifar lo agarró del manto y le rogó: «¡Acuéstate conmigo!» Pero José, dejando el manto en manos de ella, salió corriendo de la casa. Al ver ella que él había dejado el manto en sus manos y había salido corriendo, llamó a los siervos de la casa y les dijo: «¡Miren!, el hebreo que nos trajo mi esposo solo ha venido a burlarse de nosotros. Entró a la casa con la intención de acostarse conmigo, pero yo grité con todas mis fuerzas. En cuanto me oyó gritar, salió corriendo y dejó su manto a mi lado».... Cuando el patrón de José escuchó de labios de su mujer cómo la había tratado el esclavo, se enfureció y mandó que echaran a José en la cárcel donde estaban los presos del rey.”—Génesis 39:6–20 (NVI)

En el pasaje de hoy, podemos ver la ira del pecado de una mujer que había sido rechazada. Para ser claros, las mujeres no son más propensas a buscar venganza que los hombres. Las conductas pecadoras no tienen nada que ver con el género y tienen todo que ver con el orgullo, un asunto humano universal y ¡la raíz de todo pecado!

Piensa en esto: El orgullo llevó a Adán y a Eva a la desobediencia, a Caín a asesinar a su hermano, y a los hermanos de José a venderlo como esclavo. En esta historia, el orgullo herido de la esposa de Potifar la llevó a acusar falsamente a José, arruinar su reputación y meterlo a la cárcel.

Amigos, el orgullo es la cosa más horrible sobre la tierra. El orgullo nos endiosa a nosotros mismos mientras deshumaniza a los otros. ¡Es completamente lo opuesto a quien Dios es!  ¿Cómo podemos saber esto? Porque Jesús, “siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo y haciéndose semejante a los seres humanos. Y, al manifestarse como hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, ¡y muerte de cruz! (Filipenses 2:6-8 NVI).

Además, es lo opuesto de quien Dios nos creó para que fuéramos, porque somos hechos a Su imagen y por lo tanto fuimos creados para reflejar Su carácter, cualidades y naturaleza. El orgullo es la raíz de la perversión de toda santidad; es “la lámpara de los impíos” (Proverbios 21:4 LBLA).

Ahora, si el castigo justo para José era la muerte, ¿Por qué Potifar lo envió a la cárcel? Se dice que él fue compasivo, porque tal como lo dijo MacLaren, “él no le creyó por completo la historia a su esposa, y pensó que sería mejor encubrir el escándalo. Llevar a José de la casa a la cárcel sería manejado cuidadosamente y luego no quedaría nada más de que hablar de este asunto”. ¿Por qué pensó que era mejor encubrir este escándalo? ¡Orgullo! El no quería que nadie lo viera a él, o a su familia, o a su vida personal como otra cosa que perfecta. ¡Él estaba viviendo la vida Instagram mucho antes de que existiera!

¿Y qué pasó con José? Bueno, él fue vestido de humildad durante toda esta rigurosa prueba. Él no permitió que el orgullo lo llevara a pecar en contra de Dios, de él mismo, de su amo, ni de la esposa de su amo. Por lo contrario, él huyó del pecado, se mantuvo humilde y obediente a Dios, y fue leal al hombre que Dios puso en autoridad sobre él. Y aunque José fue enviado a la cárcel, Dios honró su humildad y su obediencia. Su castigo no fue la muerte y Dios lo prosperó y salvó a muchos a través de él.