Pienso en TiMuestra

Él es mi todo

Vivo al amparo del Altísimo

Bajo su sombra encuentro descanso

Vivo seguro solamente en él

Él es mi refugio y mi Dios.

Cuando el mundo da vueltas sin sentido, huyendo de sus calamidades y mentiras que producen inseguridad y persecución, no existe un refugio donde resguardarse o protegerse, debido a los cambios intermitentes de una vida sin rumbo.      

Hay tanto que expresar sobre su protección, su cuidado y amor, él es un Padre misericordioso. A través de los tiempos, Dios en su infinito amor, se ha manifestado a los hombres desde la antigüedad bajo su sombra y en el presente como una experiencia real. Él nos habita, porque él vive, y permanece para siempre. Su reino jamás será destruido, y su dominio jamás tendrá fin.

Vivo porque él vive, él en mí y yo en él, me siento seguro. Todo quedó atrás y soy nueva criatura, nada ni nadie nos puede apartar de su lado, pues como Padre estamos seguros de que en él estamos completos. Es un Padre incondicional que se da a sí mismo, solo por el puro afecto de su voluntad. He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. 

Él es mi todo, no me desampara, su protección me hace vivir con plenitud, su cuidado se manifiesta al ponernos por encima de las situaciones. Nos ha mostrado su amor librándonos de la muerte y el pecado. No existe un amor más grande que el del Padre, él lo hizo mediante la promesa y juramento, recordando que Dios no miente y por eso estamos aferrados a la semilla incorruptible.

Como refugio  seguro, en él encontramos descanso y paz para expresarlo en todas las acciones de nuestra vida diaria. Con los ojos abiertos al entendimiento y de cara a la verdad, vivamos en el proceso admirable de crecer. Ningún mal podrá tocarnos si nuestro Espíritu es uno solo, pues todo plan del enemigo no tiene validez, ya fue derrotado en la cruz.

Oremos juntos: Señor de mi vida, agradezco tu amor, agradezco la plenitud de tu presencia desde ahora y para siempre. En ti vivo seguro y me fortalezco en tu poder y tu justicia. Mi descanso eres tú, solo por ti vivo y expreso el gozo de  ser tu hijo. Amén.