El Dios verdaderoMuestra

Dios es santo

Isaías describe una visión de ángeles en el cielo que constantemente claman fuertemente que Dios es “Santo, Santo, Santo” (Isaías 6:3). Sabemos que Dios es bueno y es soberano. Pero, ¿Qué significa que Él es santo?

La naturaleza santa de Dios es pura, sin mancha ni rastro de pecado, imperfección o maldad. Eso es lo que significa la santidad. Es uno de los muchos aspectos misteriosos de Su persona que lo hacen completamente único. No hay nadie como Él.

Nosotros, Sus hijos, también somos llamados a ser santos—a ser como Dios en Su naturaleza pura y perfecta.

“Busca… la santidad; sin la cual nadie verá al Señor” (Hebreos 12:14).

¿Cómo puede ser posible? No lo es, no sin la cruz de Cristo que nos limpia. Hemos sido manchados por el pecado. No podemos estar en la presencia de Dios, mucho menos conforme a Su carácter, sin el medio que nos ofrece como camino al cielo: el regalo de Jesús, el Salvador, el Hijo de Dios.

Es como si Dios estuviera presionando la tecla “borrar” para borrar toda la lista de nuestros pecados. El resto de nuestra vida se convierte en un proceso de “santificación” —vivir en la santidad que Él ya nos ha provisto.

El Dios verdadero es santo y quiere que nosotros seamos santos—para poder tener una relación íntima con Él. ¿Ya has entregado tu vida a Cristo, para comenzar la transformación y llegar a ser cómo Él y caminar con Él?

Una visión clara de la santidad de Dios cambiará tu manera de pensar, moldeará tus actitudes y orientará tu vida. También te acercará a una mayor intimidad con Él. Con el tiempo, tu vida se convertirá en un espejo de Su bondad, soberanía y santidad.