Día 1 de 7 • Ver la lectura de hoy
Dios es bueno
A.W. Tozer tenía razón. Dijo que lo que viene a la mente cuando alguien piensa en Dios es lo más importante acerca de esa persona.
¿Por qué? Porque si vemos a Dios como a un policía cósmico, siempre estaremos caminando sobre cascarones de huevo. Si lo vemos como un juez severo, siempre nos sentiremos culpables. Si lo vemos distante y como un creador no involucrado, será muy difícil creer en un Padre Celestial que nos ama.
La forma en que vemos a Dios moldea nuestras creencias, relaciones, percepciones, actitudes, decisiones… todo.
Afortunadamente, Dios no se está escondiendo en el cielo. Él desea ser conocido. Él se ha revelado a nosotros a través de las Escrituras, la naturaleza, y Su Hijo, Jesús.
Dios nos hizo y ha perseguido nuestros corazones a través de la historia específicamente para demostrarnos quién es Él y tener una relación con nosotros. Así hemos sido diseñados: ¡para tener una relación profunda e íntimamente personal con Él!
Pero no podemos tener ese tipo de relación con Dios a menos que confiemos implícitamente en Él. Y no podemos confiar en Él a menos que creamos que Él es bueno.
“Y el Señor le respondió: Voy a darte pruebas de mi bondad, y te daré a conocer mi nombre…” (Éxodo 33:19)
¿Cómo se vería tu vida si realmente creyeras que un Dios bueno desea darte absolutamente lo mejor?
Cómo afectaría:
Sería más fácil tener fe, ¿verdad? Vivirías con esperanza y expectativa. Te sentirías seguro. Caminarías con confianza y seguridad como un hijo amado.
Dios está a tu favor, no está en contra de ti. Él es generoso, extravagante, ansioso por bendecirte y salvarte. ¿Puedes meditar en esta verdad el día de hoy? ¡Descansa en esa seguridad y profundiza tu relación con el Dios verdadero!