7 Claves Para Una Gran FamiliaMuestra

Crea recordatorios memoriales

En 1 Samuel 7, el profeta Samuel y los israelitas se encontraron bajo el ataque de los filisteos. Habiendo perdido su primera batalla con los filisteos, los israelitas le rogaron a Samuel que orara por ellos antes de la siguiente batalla. Samuel ofreció un sacrificio a Dios y oró para pedir Su protección. Dios escuchó la oración de Samuel, y dio la victoria a los israelitas. Después, para conmemorar el favor de Dios hacia ellos, Samuel colocó una piedra entre Mizpa y Jesana, donde había ocurrido la batalla. Llamó a ese monumento Ebenezer, que significa «piedra de ayuda», anunciándole a la gente: «Hasta aquí, nos ha ayudado el Señor».

Ciertamente, tu familia ha enfrentado desafíos en el pasado, e inevitablemente experimentarás batallas espirituales en el futuro. Pero cuando lo hagas, reconoce las maneras en que Dios está guiando a tu familia. Anímalos diciéndoles que Dios nos da fuerza para superar juntos los momentos difíciles. Y cuando salgas del otro lado de la adversidad, invierte algo de tiempo en crear tus propias «piedras conmemorativas» como familia. Busquen cosas que les ayude a todos a  recordar cómo Él también los ha ayudado, así como Dios ayudó a Samuel y a los israelitas. Tu recordatorio puede ser cualquier cosa que tenga sentido para tu familia, siempre y cuando les refresque la memoria y les recuerde a todos la providencia de Dios en sus vidas como familia. Hemos visto a familias hacer libros o cofres de recuerdos, arte enmarcado y diarios. En realidad, el único límite es tu imaginación.

Entonces cuando los niños del vecindario vengan, tus hijos estarán emocionados de contarles acerca de la batalla y todo acerca de las maneras específicas en que nuestro Dios amoroso siempre interviene en nuestra familia, una y otra vez.

«Entonces, justo en el momento en que Samuel sacrificaba la ofrenda quemada, llegaron los filisteos para atacar a Israel. Pero ese día el Señor habló con una poderosa voz de trueno desde el cielo y causó tal confusión entre los filisteos, que los israelitas los derrotaron. Los hombres de Israel los persiguieron desde Mizpa hasta un lugar abajo de Bet-car, matándolos a lo largo del camino. Luego Samuel tomó una piedra grande y la colocó entre las ciudades de Mizpa y Jesana. La llamó Ebenezer (que significa “la piedra de ayuda”) porque dijo: “¡Hasta aquí el Señor nos ha ayudado!”. De modo que los filisteos fueron sometidos y no volvieron a invadir a Israel por algún tiempo. Y durante toda la vida de Samuel la mano poderosa del Señor se levantó contra los filisteos. Entonces fueron restituidas a Israel las aldeas cercanas a Ecrón y Gat que los filisteos habían tomado, junto con el resto del territorio que habían tomado de Israel. Y en esos días hubo paz entre los israelitas y los amorreos»(1 Samuel 7:10-14 NTV).