Restauración Abrazada a La CruzMuestra

Buscando un tesoro, el amor. Apegos y vacíos

Tal vez has escuchado la frase “el ser humano no acepta vacíos”, y es así. Dios cuando creo al ser humano lo hizo completo y lo colocó en el huerto del edén con otro ser humano que estaba completo y le dio un propósito: enseñorearse de todo lo que en él había. Sin embargo, ellos pecaron y fueron desterrados de ese lugar.

Desde ese momento el ser humano comenzó su lucha para llenarse de algo. Y con el paso del tiempo cada ser humano comenzó a llenarse de lo que veía a su paso, anti diseños sociales, costumbres de este mundo.

Cuando éramos bebes nos apegamos a nuestros padres y ellos nos dieron la sensación de protección y seguridad, pero ya de adultos debemos entender que a lo único que debemos estar apegados es a Dios. Si no entendemos esto, nacen los vacíos en nuestras vidas. 

Nada ni nadie puede llenarnos completamente como Dios lo hace. Por eso vemos gente con dinero o “exitosa” pero tristes y en algunos casos se provocan la muerte. El éxito de tu bienestar emocional es saber que somos completos y si falta algo, puede ser llenado siguiendo la vida que Dios trazó para cada uno de nosotros. 

Tus apegos son productos de tus vacíos y tus vacíos no serán llenados con el amor de alguien, porque el amor de todos los seres humanos es imperfecto y se agota.

Cada vez que quieras sentirte una persona amada, busca una promesa de Dios donde exprese el amor tan grande que te tiene. Dentro del matrimonio pasa igual, algunas veces el cónyuge no expresa todo su amor o no de la forma como uno quiere sentirlo. Entonces antes de demandar y reclamar, primero anda a la fuente de amor, declara que Dios es quien te llena de amor. El amor cubre multitudes de errores y cuando uno está lleno del amor de Dios, siempre tendrá para dar. Nos volveremos ofertantes  y no demandantes porque Dios nos llena para dar y compartir con los demás.

Este es el trabajo que nos corresponde hacer a nosotros. A ti que me lees con gozo te digo, sembrar en nosotros es sembrar en tu cónyuge, en tu familia y en todo lo que te rodea. 

Y recuerda: todo el que siembra tarde o temprano cosecha.

Quiero guiarte a una oración.

Es mi deseo y mi oración que hoy puedas abrir tu corazón y beber de la fuente inagotable de amor que nos da nuestro Señor Jesús.

Señor Jesús, hoy decido romper con todo molde de amor incorrecto, me dispongo a desaprender los conceptos de amor erróneos que tenía y practicaba. Abro mi corazón para recibir de tu fuente de amor, que es perfecta, me sacia y me llena, en el nombre de Jesús, amen.