Del divorcio a la sanación: 31 días de sanación y plenitudMuestra

"Alegría"



Podrías estar preguntándote seriamente si alguna vez volverás a sentir verdadera alegría. La respuesta es un rotundo y sincero ¡SÍ! Ahora bien, dependiendo de tu fidelidad al proceso de sanación que Dios tiene para ti, ella puede ser grande o pequeña.



Hay muchos tipos de alegría: desde la cara de un niño o un cachorro juguetón hasta una brisa cálida y salada que trae quietud en el fondo de tu alma. También, hay una alegría eterna que solo proviene de saber de quién eres, no solo quién eres.



No te conformes solo con la alegría de la compañía de otros o con el gozo que te da volar a tu lugar de vacaciones favorito o al encontrar una nueva pareja. Esfuérzate por aquella alegría que deja que duermas bien por las noches y que espera con ansias lo que vendrá mañana.



La alegría en lo natural puede ser fácil de alcanzar y, sin embargo, rápida y fugaz. Ella en el Espíritu ni siquiera te tiene que preocupar. Siempre está ahí, animándote y llamándote a vivir mejor. Incluso puede brotar en forma de risa incontrolable.



Busca esas cosas y personas que te dan alegría, no solo que te hagan sentir cómodo. Hay algunas personas que cuándo pasas tiempo con ellos, te enriquecen el alma y eso te da gozo.



Te lo puedo explicar de esta manera: si tienes que pensar en crear alegría, todavía no ha llegado. Llegará si dejas a Dios llenar ese pozo de alegría que se ha secado en ti.

Todos queremos y necesitamos alegría, pero ella solo viene de un corazón completo y sano que se sabe amado por su Creador.



Ora

Dios, que pueda sentir el gozo que tienes para mí cada día. Lléname de Tu amor y paz para que Tu alegría brote en mi alma y me sane, en el nombre de Jesús. Amén.