Las Buenas Noticias De Dios - Parte 1Muestra

¡Buenas noticias! La verdad que libera  

Los Judíos eran muy apegados a la ley de Moisés, esa ley era para ellos una gran verdad que les liberaba. Pero lo cierto es que la ley por sí sola no trae libertad, ella solo es una luz que nos permite ver nuestra miserable condición, nos muestra nuestros pecados, pero no nos ayuda a ser libre de ellos. 

Versículos 31 al 36: Cuando Jesús dice que conoceremos la verdad, y la verdad nos hará libres, no se refería a la ley, sino a sus enseñanzas, las cuales tienen el poder de liberarnos, solo si las obedecemos. Jesús explica que lo que esclaviza es el pecado, y de la misma manera que un esclavo tiene que obedecer a su amo, puesto que es su dueño, cuando el pecado se vuelve nuestro dueño, no tenemos opción, debemos obedecerle, pero el hijo que es siempre de la familia, puede perdonar nuestros pecados y darnos una libertad real. 

Versículos 37 al 46: Jesús afirma que si los judíos alardean de que Dios es su Padre, deben amarlo a Él, además, les dice que ellos no pueden entenderle, porque no les gusta escuchar su mensaje. 

Entonces, si ellos no están dispuestos a creer y obedecer las enseñanzas de Jesús que son la verdad, el padre de ellos es el diablo que practica la mentira.  

Versículos 47 al 59: observa que terminamos está primera parte de las buenas noticias de Dios, de la misma manera en que empezamos, hablando de la preexistencia de Jesús. Aquí en estos versos Jesús está en una posición más importante y elevada que el mismo Abraham, de hecho Jesús conoce a Abraham, y dice que antes de que este naciera, ya El existía.  

Entonces, ahora sabes que las enseñanzas de Jesús son la verdad que puede hacerte libre de tus pecados, pero tú debes obedecerlas, en otras palabras, hacer de las enseñanzas de Jesús tu nuevo amo.  

¿Quieres seguir a Jesús? ¿Quieres conocer la verdad que libera? ¿Estás dispuesto a obedecer sus enseñanzas?  

"Hemos llegado al final de esta primera entrega, para mí estos ocho capítulos han sido de gran bendición. Estudiar Juan, es como volver al punto de partida de nuestra vida cristiana, y entender que la razón por la que seguimos al Maestro, no tiene nada que ver con lo que nos rodea en el presente, se trata más bien, de nuestra incapacidad de alcanzar la justicia de Dios, y de la gracia de Jesús, que nos ofrece perdón, salvación y grandes promesas que transcienden a la eternidad; de manera que no importan las condiciones del tiempo presente, nuestra fe no tiene grietas para debilitarse, puesto que la razón por la que un día lo buscamos y por la que Él vino a este mundo, sigue intacta en nuestros corazones" (Yeison Soto)