[Grandes Versos] La forma en que debemos vivirMuestra

Olvídate de lo que dejas atrás

Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante…

La capacidad de recordar puede ser algo bueno, pero la capacidad de olvidar también puede ser una gran cosa.

Cuando se trata de la vida espiritual, debemos olvidar diligentemente muchas cosas. Olvida tus fracasos, tus pecados, tus remordimientos, tus heridas hechas por otras personas. Olvida lo que hay detrás.

Por supuesto, Pablo se dio cuenta de que tenemos que lidiar con estas cosas de una manera saludable: confesar y arrepentirnos del pecado, disculparse por las malas acciones, lamentar las pérdidas y perdonar a los que nos lastiman. Todo esto está claro en la Biblia. Pero llega un momento en que olvidamos el pasado, cuando nos dirigimos del pasado al futuro y perseguimos el premio de conocer a Cristo con solo abandonar aquello. No hay virtud en apartarse del premio de Cristo y mirar hacia atrás a tus fracasos. Fija tus ojos en Cristo.

En mayo de 1954, Roger Bannister, estudiante de medicina de la Universidad de Oxford, fue el primer hombre en hacer el mejor tiempo al correr una milla en cuatro minutos. Un mes después, John Landy de Australia rompió el récord mundial de Bannister por 1.4 segundos. Esto causó un debate animado sobre quién era el mejor atleta en velocidad del mundo: ¿Landy o Bannister? Unos meses más tarde, en agosto de 1954, compitieron entre sí en Vancouver, Canadá. La carrera estuvo muy reñida de principio a fin. Al bajar por el tramo final, Landy y Bannister estaban uno junto al otro, con Landy ligeramente por delante. Landy miró hacia atrás para ver dónde estaba su competidor y Bannister corrió por el otro lado, lo que le dio la victoria. Más tarde, Landy se lamentó: «Si no hubiera mirado a mi alrededor, habría ganado».

No mires atrás. Concéntrate en el premio. Gana la carrera.