Solo JesúsMuestra

Quizás creas que Dios tiene tantas cosas que hacer que posiblemente él no podría preocuparse de las pequeñas cosas en tu vida, ¿verdad? Hay 7 billones de personas en el mundo. Hay huracanes, canceres y guerras. Dios tiene que tener sus manos llenas con todo eso. 

Quizás has pensado: “Dios no tiene tiempo de pensar en las pequeñas cosas. ¿Realmente le interesa que mis amigos me ignoren en el almuerzo? ¿O que me manden al banco de suplente durante los juegos? ¿O que desapruebe mi examen de matemáticas? Dios está muy ocupado por las cosas de todos los días.”

Realmente, Dios se preocupa mucho sobre las cosas del diario vivir, como la comida, por ejemplo.

Una vez, Jesús había invertido todo el día sanando personas enfermas y enseñando a una gran multitud, literalmente a miles de personas. Cuando había terminado, era el tiempo de comer. A las personas les estaba dando hambre. Pero no habían planificado que sería un día tan largo, para miles de personas, había solamente 5 panes y 2 peces pequeños. En total. Eso era todo. Una cantidad de comida muy pequeña para una multitud tan grande. 

¿Puedes imaginarte que ridícula la situación se veía? Eso sería como alimentar todo un estadio, una arena de un concierto, o a una cafería de secundaria repleta con tan solo 5 emparedados de Subway y dos bolsitas de Goldfish. Como sea. De ninguna manera sería viable, ¿no? 

Pero Jesús puede hacer milagros, ¿recuerdas? Porque él es Dios. Así que, sí. Él alimentó a toda una multitud con una comida muy típica nada fuera de lo normal.

¿Por qué hizo esto? 

Las personas estaban probablemente hambrientas después de un día tan largo. Estaban hambrientos. No es un asunto de vida o muerte, perderse una comida no es problema tan grande. Pero Jesús se preocupaba por lo que les pasaba a estas personas ahí en ese preciso momento, incluso cuando él no necesitaba hacerlo, incluso cuando la multitud iba a estar bien sin que él les proveyera de alimento. A todos. ¿Por qué? Porque le importa. 

Sí, a Jesús le importan unos estómagos gruñendo. Ten por seguro que también se interesa por los detalles más pequeños de tu vida. Le interesa cuando resbalas caminando por el pasillo y te da vergüenza porque las personas lo notaron. Él se interesa cuando tus sentimientos son heridos por alguien que te importa lo que te diga. Se interesa cuando te sientes solo. Y sí, también cuando tu estómago gruñe.

Dios se interesa por cada momento en tu vida, incluso por aquellos momentos que nadie nota. Algunas veces, lo muestra en una gran manera, igual que cuando alimentó esos miles. Otras veces lo hace en maneras más pequeñas que quizás ni siquiera lo veamos y quizás nunca notaremos. De igual manera, Dios esta ahí y se interesa. Por todo. Todo el tiempo. 

Reflexión

¿Qué significa para ti que Dios sí se interesa por las cosas pequeñas en tu vida?

Discusión

¿Cómo has visto a Dios tener cuidado de los detalles de tu vida?