¡JESUS IS BRO!Muestra

El DISCÍPULO # 13 

'El capitán le dijo: —Señor, mi siervo está en cama, no se puede mover y tiene un dolor terrible. Entonces Jesús le dijo: —Iré a sanarlo. El capitán le contestó: —Señor, no merezco que vayas a mi casa, pero tan sólo da la orden y mi siervo quedará sanado. '

Mateo 8:6-8

La historia continúa diciendo que Jesús se asombró y les dijo a todos que no había conocido hasta el momento a nadie que tuviera tanta fe como la de este hombre, siendo un capitán romano, buena persona… el libro de lucas contando esta historia dice que el incluso construía sinagogas para los judíos y al fin y al cabo el milagro que el estaba pidiendo era para alguien más. Para un empleado de su casa que se encontraba al borde de la muerte. 

La verdad es que ese hombre es un ejemplo de fe para nosotros porque el mismo creyó que Jesús estando en un lugar podía solo dar una orden, una palabra con el poder de su autoridad para que un hombre que estaba en otro lugar fuera sano… ¡y así paso! Increíble verdad. 

Pero Jesús quería otra cosa, Jesús no solo quería hacer un milagro en su vida. Él quería que fueran más allá de lograr pasar una tormenta. Él quería que fueran amigos profundos… Jesús quería que el fuera el discípulo numero 13, el equipo estaba casi formado: un cobrador de impuestos, un pescador, un médico, un hombre codicioso… porque no un capitán romano, quizá traería un poco de orden al equipo. 

Jesús quería ir hasta su casa, creo que él quería que cenaran juntos al finalizar la tarde, después de sanar al siervo del capitán, pasarían una noche hablando de ciencia, política, fútbol, jugarían un poco FIFA. Bueno creo que no en ese tiempo, pero seguro hubieran pasado un momento que iba a marcar un antes y un después en la vida del capitán, imagino que Jesús al final de todo le decía: “hey sígueme” y su vida hubiera tomado un rumbo eternamente poderoso, quien sabe hasta pudo haber en la biblia una capitulo escrito por el capitán romano en hechos o algo así. 

¿Pero que le impidió al capitán ver más allá de un simple milagro? fue lo que tenia en su casa… ¿porque el capitán decía que no merecía que fuera a su casa? Que había allí adentro, en lo secreto… dentro de su familia, que había en su alma que lo hacia creer que Jesús no podía ir. ¿un pecado?... ¿estaba mal con su esposa? Solo era algo que la capitán sabia y por supuesto Jesús. Bueno, no solo era lo que había… sino la perspectiva incorrecta que tenia acerca de quien era Jesús y creer la mentira de que él no lo aceptaría, aun con sus faltas o su casa desordenada. A pesar de todo eso... Jesús le dice antes de que lo rechace que el quiere ir y ya sabes… jugar FIFA o ver películas. Nunca le dio el beneficio de la duda a Jesús… nunca lo dejo entrar a su casa solo Jesús hizo lo que el capitán le permitió hacer. Un milagro. Pero Jesús quería una vida, quería un amigo más. 

Jesús puede hacer ese milagro en tu vida, puedes derramar tu fe entera en la promesa que te hizo, de curar tu enfermedad, proveer tu casa, pagar tus deudas o conseguirte ese trabajo. ¿Pero lo dejarías entrar? Le abrirías la puerta de tus pecados y miedos… el no se escandaliza, el no se molesta… el ve tu lucha y no esta con un dedo señalándote, diciendo “te lo dije”, o regañándote porque como es posible que volviendo a caer tu le pidas un milagro. El quiere entrar, el quiere ir más allá de un milagro a la distancia. El quiere un amigo, Jesús quiere un discípulo, déjalo entrar con tu desorden. El vino por nosotros, los que fallan y tienen su casa desordenada. Abre la puerta, déjalo entrar y cenen.