Reflexiones ¡de Película! BIOGRAFICASMuestra

 MALCOLM X

  El personaje de este filme tuvo una infancia triste e injusta. Así es que a su juventud la desperdició en la delincuencia, la cual, más tarde lo llevó a la cárcel. Sin embargo, sus días tras las rejas cambiaron positivamente su vida.

  En prisión este joven de color conoció a Baines, quien lo convenció de las ventajas del Islam para la raza negra. Y así, en poco tiempo, Malcolm se convirtió en un ferviente seguidor sumiso, no tan enfocado en Alá o Mahoma, sino más bien, en el cautivador liderazgo del honorable Elijah Muhammad - responsable nacional del movimiento islámico - a quién entronizó como objeto de veneración.

  Ya estando en libertad, Malcolm se sumó de inmediato a la comunidad musulmana, trabajando primero como colaborador, luego como ministro de un templo, hasta que finalmente los años lo posicionaron como la mano derecha de Muhammad, llegando al rango de ministro nacional.

  Todo iba muy bien, hasta que un trágico día, descubrió que su maestro no era el ejemplo que él creía, ni tan correcto como lo estimaba. ¡Qué frustración tenía Malcolm! Como él mismo diría: “Yo hubiera ido convencido a la silla eléctrica en lugar de Muhammad”.
Malcolm cometió el gran error de poner toda su fe en un hombre, al punto de estar dispuesto a dar la vida por él.

  Como cristiano, esta situación me recuerda mucho a la cantidad de creyentes alejados de la fe que justifican su distanciamiento de Jesús por el mal ejemplo de pastores y líderes que los han defraudado; sin comprender que la vida espiritual debe estar muy por encima de los hombres, enfocada en un Dios incomparable y perfecto que no defrauda a nadie.