Buen CorajeMuestra

Un perro con ojos de león  

¿Alguna vez ha visto un perro chihuahueño corriendo tras de un carro ladrándole como si se pudiera comer el carro completo?



Un dato cuiroso, ¿sabías que la traducción del nombre “Caleb” en hebreo significa “perro”?



Para muchos un rasgo de esta naturaleza se convierte en un reto que si no se vence temprano, puede convertirse en un pequeño tormento que los persigue por los años, un apodo, una ofensa, algún tropiezo del pasado o incluso una idea que nosotros mismos nos pudimos haber creado.



Sin embargo Caleb no permitió que su nombre definiera o determinara la manera en la que veía la vida, no permitió que el nombre que sus papás le pusieron, las condiciones en las que creció, ni los retos que estaban enfrente de él determinaran la manera en la que él haría su vida.



Es increíble que hay gente que teniendo todo, capacidades, bendiciones, virtudes, potencial de hacer grandes cosas en la vida decidan darle más peso a la negatividad. Así como hay gente que no tiene nada pero logran cosas grandes porque tienen ojos que ven de una manera extraordinaria y con fe.



El pasaje que leímos decía que Caleb tenía una actitud diferente. Hay gente que tiene espíritu negativo y hay otros que tienen espíritu de fe.



¿Qué tipo de persona escogemos ser? Jesús es el león de la Tribu de Judá. Aún cuando todos se burlaron y daban por hecho que su vida había terminado, Él no perdió ni en ese momento ni en ningún otro una sola batalla. Tú y yo podemos tener historias o capacidades diferentes pero contamos con el potencial de ver con los ojos del Espíritu Santo que vive en nosotros, Caleb creyó en el poder de Dios, por eso es que podríamos llamarlo “un perro con ojos de león”.





Oración



Jesús, hoy decido ser una persona con buen coraje y buena actitud ante las circunstancias, por eso te pido que estés conmigo, ayudándome y sustentándome con tu mano poderosa. Enséñame a ver con tus ojos y que tu Espíritu Santo sea mi guía en todo camino. En el nombre de Jesús, amén.